El curso escolar arranca en España marcado por las medidas socio-sanitarias para evitar el contagio del Covid-19 en las aulas, pero también por los efectos de la crisis de la natalidad en las etapas educativas más tempranas: este curso hay 74.996 alumnos de Primaria e Infantil menos que en el curso 2019-2020.
Según los datos estimados para este curso publicados hace unos días por la Subdirección de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación Profesional recogidos por Servimedia, esa cifra es algo mayor que todos los alumnos de infantil que se matricularon en Castilla-La Mancha el curso pasado, que fue de 74.567 escolares de entre 0 y 6 años. Es decir, los colegios españoles han perdido en esas etapas de Infantil y Primaria en un curso tanta población como habitantes totales tiene Ciudad Real capital o más de los que poseen los municipios de Majadahonda (Madrid), Torremolinos (Málaga) o Benidorm (Alicante).
Este curso, según la previsión del Gobierno, cursarán sus estudios de Infantil un total de 1.718.905 alumnos, 28.182 menos que el curso pasado (-1,6%). En concreto, el descenso es de 4.419 niños menos en el primer ciclo (-0,9%), ya que este curso hay 464.479 niños de 0 a 3 años escolarizados en centros autorizados por las administraciones educativas. Además, en el segundo ciclo de Infantil (de 3 a 6 años) hay matriculados 1.254.426 alumnos, es decir, 23.763 menos que en el curso pasado (un 1,9% menos).
El descenso de la natalidad se nota aún más en Educación Primaria, etapa en la que este año hay matriculados 2.858.826 alumnos (46.814 menos que el curso pasado, un 1,6% menos).
Ese descenso de la población infantil en 74.996 alumnos menores de 12 años supondría el ‘cierre’ de 3.750 aulas, cifra que se obtiene del número total que desciende el alumnado de Infantil y Primaria en España, dividiéndola por 20, ratio por clase recomendada por Gobierno y autonomías para propiciar los denominados grupos de convivencia estable o ‘grupos burbuja’ para frenar los contagios de Covid-19. De ellas, se habrían perdido 1.409 aulas de infantil y 2.340 aulas en primaria.
El descenso de la población infantil también provoca que se pierdan puestos en la docencia, por lo que esta situación demográfica afectaría a miles de profesionales en toda España, pese el anuncio de contratación de personal para garantizar la reducción del número de alumnos por aula y sustituir a docentes de baja por coronavirus.
CAÍDA DE LA FECUNDIDAD
En declaraciones a Servimedia, el director del Observatorio demográfico CEU, demógrafo y profesor emérito, Joaquín Leguina, considera que “cerca del cien por cien de esa bajada en la población escolar de Infantil y Primaria se debe a la caída de la fecundidad”. “De eso no se habla y es un gravísimo problema que tiene este país”, lamenta.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el indicador coyuntural de fecundidad (o número medio de hijos por mujer) se situó en 1,23 en 2019, con un descenso de tres centésimas respecto al valor registrado en 2018. Es el valor más bajo desde el año 2001.
La estadística relativa al pasado año también refleja que la población española tuvo un saldo vegetativo negativo de 57.146 personas porque el número de nacimientos fue de 359.770, un 3,5% inferior al año anterior (13.007 menos). De ese modo los nacimientos continúan con la tendencia a la baja de la última década, sólo interrumpida en 2014: desde 2009 la cifra ha descendido un 27,3%.
El profesor recuerda también que Eurostat refleja que tanto hombres como mujeres desearían tener más de dos hijos y que están teniendo la mitad, por lo que pide políticas encaminadas a “proteger a la mujer” para que no tenga que renunciar a su progreso profesional para ser madre. Pero esa protección, indica, “no se debe cargar sobre las empresas. Debería ser por parte de todos, del Estado”.
Asimismo, Leguina pone el foco en otra “cuestión grave”, el progresivo envejecimiento de la población. “La única forma de hacer que el envejecimiento baje es la fecundidad”, sentencia, mientras ultima en el Observatorio demográfico CEU varios trabajos monográficos con los que apelar a que se pongan en marcha medidas a favor de la natalidad y sobre la influencia de la pandemia del Covid-19 en la población activa.