La debacle de Espírito Santo desata una ola de posibles fusiones bancarias

Pocos meses después de la debacle del imperio de la familia Espírito Santo, que obligó a una institución de préstamo que fuera la más grande de Portugal a aceptar un rescate, una oleada de conversaciones sobre fusiones sacude a la industria de la banca.

De España a China, las firmas estudian a Novo Banco SA, la entidad surgida del naufragio de Banco Espírito Santo SA, mientras que Banco BPI SA retiró una oferta de absorción del banco español CaixaBank SA, su mayor accionista. Banco Comercial Portugués SA y BPI también han sido mencionados como posibles socios.

Si bien no se ha llegado a ningún acuerdo, las conversaciones podrían llevar a una mayor participación extranjera en los bancos de Portugal, donde el español Banco Santander SA ya controla la quinta mayor institución de préstamo por activos. Las firmas financieras buscan aumentar su escala y reducir costos en tanto unas tasas de interés en mínimos récord y la débil recuperación económica afectan la rentabilidad.

“Los mayores beneficios de la fusión provendrán del aspecto de los costos”, dijo Benjie Creelan-Sandford, analista de Macquarie Bank Ltd. en Londres.

Los ejecutivos financieros pronostican que el nuevo papel del Banco Central Europeo de supervisor de la industria bancaria en la zona euro podría allanar el camino a más combinaciones transfronterizas.

La reorganización empezó en agosto. El banco central de Portugal rescató a Banco Espírito Santo luego de que sufrieran una escalada las pérdidas por préstamos a compañías del Grupo Espírito Santo, controlado por la familia. El Banco de Portugal colocó los depósitos de la institución de préstamos y la mayor parte de sus activos en Novo Banco y puso la firma a la venta. Luego invitó a los interesados a presentar ofertas no vinculantes hasta el 20 de marzo.

Posibles oferentes

La división portuguesa de Santander, el banco más grande de España, dijo que podría realizar una oferta, al igual que BPI. Banco Popular Español SA, el sexto banco de España, y Apollo Global Management, firma de capital riesgo de Nueva York, también mostraron interés, dijeron en diciembre personas con conocimiento del tema. Fosun Group de China en octubre hizo saber que podría presentar una oferta.

Un funcionario de Popular señaló el lunes que el banco estudia todas las oportunidades. Apollo y Fosun no accedieron a efectuar declaraciones sobre sus planes, mientras que la división portuguesa de Santander y BPI no respondieron en forma inmediata las llamadas en las que se pedían comentarios.

El mes pasado las cosas se complicaron. CaixaBank, que posee alrededor de un 44 por ciento de BPI de Oporto, ofreció comprar el resto de la institución de préstamo. Dijo que la adquisición le permitiría lograr un ahorro anual de costos de aproximadamente 130 millones de euros (US$138 millones) para 2017.

Esa medida motivó la oposición del segundo mayor accionista de BPI, la inversora africana Isabel dos Santos, que en cambio propuso que BPI estudiara una fusión con Banco Comercial Portugués, el segundo banco de Portugal.

La fusión de BPI y Banco Comercial daría nacimiento a la institución de préstamo más grande del país, superando a la estatal Caixa Geral de Depósitos SA. También generaría “enormes sinergias”, dijo la semana pasada Gonzalo Lardies, administrador de fondos de Banco Madrid Gestión de Activos.

BLOOMBERG