En 2008 la dependencia energética llegó a un nivel medio récord del 54,7% en el conjunto de la UE-28. La tasa de dependencia se reduce de nuevo hasta un promedio del 53,2% en 2013, último año disponible.
Entre los países más dependientes a nivel energético de la UE, se encuentran tres nacionales pequeñas: Malta, Luxemburgo y Chipre. Irlanda se sitúa en un 89%, Lituania sobrepasa el 78% y Bélgica traspasa el 77%. Italia registra un 76,9% y Portugal un 73,5%. España logra reducir considerablemente su tasa durante los últimos años, pasando de un 81,3% en 2008 a un 70,5% en 2013, aunque continúa por encima de la media europea. Austria y Grecia superan levemente el 62%, mientras Eslovaquia se coloca en el 60% y Letonia en el 56%.
Entre los países que se encuentran por debajo de la media están Finlandia con un 48,7%, Francia con un 47,9% y Reino Unido con un 46,4%. En Suecia la tasa cae entorno al 32% y en los Países Bajos se coloca en el 26%. Las cifras más bajas de la UE-28 las protagonizan Dinamarca y Estonia.
ODINA SANZ BARNOLA