La deuda de las empresas públicas españolas se situó a finales de 2023 en el 2,8% del Producto Interior Bruto (PIB), el mismo nivel que el año anterior, según se desprende del informe sobre ‘la evolución de la deuda pública en España en 2023’, publicado este lunes por el Banco de España.
En términos nominales, la variación supuso un incremento de 3.000 millones de euros, hasta los 40.657,2 millones de euros, y se concentró principalmente en las empresas públicas controladas por la Administración Central, cuyo saldo alcanzó 34.200 millones, el 2,3% del PIB, frente al 2,4% de 2022.
Por su parte, los saldos de la deuda de las empresas públicas dependientes de las administraciones de las comunidades autónomas (CC.AA.) y de las corporaciones locales (CC.LL.) fueron más reducidos (4.200 millones y 2.300 millones, respectivamente), con un incremento de 1.400 millones en las empresas de las CC.AA. respecto a 2022, mientras que el saldo de las empresas públicas de las CC.LL. se mantuvo en niveles muy similares a los del año anterior.
Las ratios de deuda sobre el PIB se situaron en el 0,3% para las empresas públicas dependientes de las comunidades autónomas, una décima por encima respecto a 2022, y se mantuvo el 0,2% en las vinculadas a los ayuntamientos.
RATIO MÁS BAJA DE UN PAÍS DE LA UNIÓN EUROPEA
De cara a una comparativa internacional, la última información disponible publicada por Eurostat es la correspondiente al año 2022 y presenta diferencias metodológicas respecto a la difundida por el Banco de España, ya que el dato de Eurostat incluye, además de las cifras ya comentadas, la deuda de otras unidades, como el Instituto de Crédito Oficial o la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
Teniendo en cuenta lo anterior, la deuda de las empresas públicas españolas fue del 4,2% del PIB de ese año, la ratio más baja de un país de la Unión Europea y muy inferior a la que presentaban Alemania (88,4%), Francia (67,5%) e Italia (63,8%) en ese año 2022.
Para interpretar estos datos es importante tener en cuenta que dichas ratios incluyen los pasivos de las entidades financieras públicas, que son significativamente más elevados en estos otros países, según explica el Banco de España en su informe.