El Producto Interior Bruto (PIB) de España crecería un 5,9% en 2021, tras la caída histórica del 10,8% en 2020, gracias al impulso de la demanda interna, que se verá beneficiada en buena parte por las ayudas de los Fondos Europeos, según estimaciones del FMI, Banco Mundial, la OCDE y el Banco Central Europeo.
De este modo, la demanda interna rebotaría un 5,7% este año, impulsada, en primer lugar, por la inversión empresarial y, después, por el consumo de los hogares y familias.
En lo que respecta a la balanza exterior, las exportaciones de bienes y consumo se impulsarán un 9,8%, mientras que las importaciones crecerán a un ritmo del 9,6%, por lo que se producirá un saldo positivo neto del 0,2%.
El PIB proyectado para España en 2022 es del 6,3%, empujado por el aumento de la demanda, el Plan de recuperación, Transformación y Resiliencia y el repunte del turismo. Además, la mayor certidumbre aumentaría el consumo privado y la inversión en la segunda mitad del año, conforme se despliegan los Fondos de la Unión Europea.
EL ‘NEW DEAL’ DE EEUU
El ‘New Deal’ anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aportará 1,4 puntos porcentuales a la recuperación económica global, según estimaciones del FMI, Banco Mundial, el Banco Central Europeo y la OCDE, que prevén una expansión económica del 5,8% este año frente al 4,4% inicialmente estimado.
Los paquetes de estímulos económicos de la Administración Biden-Harris, que se sitúan alrededor de los 3 billones de dólares (2,5 billones de euros), ya habrían generado más de tres millones de nuevos empleos este año, rebajando así la tasa de paro estadounidense hasta el 5,8%.
«Una economía norteamericana boyante se traduce en un aumento de la demanda de bienes y servicios en el resto del mundo y, con el aumento del comercio global, el crecimiento económico mundial será 1,4 puntos mayor al que se produciría si América no invirtiera en infraestructuras, conectividad, digitalización, energías limpias y un renovado impulso al comercio global y la competencia con China», explica el socio director general de Advice Strategic Consultants, Jorge Díaz Cardiel, en su último libro ‘El New Deal de Biden-Harris: política económica para el siglo XXI y el liderazgo de EEUU’.
El impulso de la recuperación estadounidense influirá positivamente en Canadá y México, sus socios comerciales más cercanos, así como en las economías europeas y de Asia más orientadas a la exportación. Para las economías más avanzadas (miembros de la OCDE, como España), las implicaciones de un crecimiento más rápido de Estados Unidos son, «casi enteramente positivas, incrementando exportaciones y la confianza que impulsa la inversión empresarial», según Díaz Cardiel.
El experto añade que si se cumplen las previsiones sobre el impacto positivo de los programas de estímulo económico de Biden, entonces, «la mayor fortaleza de la economía americana ayudará a empujar la recuperación económica mundial».
La situación sería similar a la vivida tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la potencia norteamericana asumió el liderazgo mundial y exportó la democracia y el capitalismo para sacar a Europa y Japón de la crisis.
Sin embargo, Díaz Cardiel apunta que ahora, como entonces, existe otra potencia que quiere disputar a Estados Unidos el liderazgo mundial. Si en 1946 fue la Unión Soviética, en la actualidad es China, que si bien «tiene la misma ideología comunista que la URSS, utiliza el capitalismo de estado para competir con Estados Unidos».
La competencia con China –que Biden va a acometer con fuerza buscando aliados en Europa, Canadá, Australia, Japón y Corea del Sur– incluye comercio global, manufactura, finanzas, tecnologías de la información, ciberseguridad e ‘ecomerce’.
En Estados Unidos, la previsión de crecimiento del PIB es cercana al 7%, en 2021. Las ayudas directas y fiscales a familias y pymes impulsan el crecimiento económico, la confianza y la mejora del mercado laboral, gracias, también, a la reapertura de la economía.
Aunque en la Eurozona el PIB decreció en el primer trimestre de 2021, con el consumo y sector servicios deprimidos por los cierres y confinamientos, se espera que la demanda externa impulse la actividad manufacturera que beneficiará, especialmente, a Francia, Alemania e Italia.
Tras la temporada turística, se prevé que la actividad repunte en Europa y que el PIB alcance el 4,25% este año. Los Fondos de la Unión Europea deberían impulsar la inversión empresarial y el consumo privado, también en España.