La Comisión de Disciplina de la FIFA sancionó este martes a Hungría con dos partidos a puerta cerrada en la fase de clasificación para el Mundial de Catar del año que viene por incidentes racistas en la visita del pasado mes de septiembre de Inglaterra.

«Después de analizar y tomar en consideración todas las circunstancias del caso, específicamente la gravedad de los hechos (palabras y acciones racistas, lanzamiento de objetos, encendido de bengalas, escaleras bloqueadas), el Comité decidió que la Federación Húngara jugará sus dos próximos partidos en casa de las competiciones de la FIFA sin espectadores», indicó el organismo en un comunicado, donde aclaró que el segundo encuentro de castigo queda en suspenso durante un periodo de prueba de dos años.

La FIFA recalcó que su posición «sigue siendo firme al rechazar cualquier forma de racismo y violencia, así como cualquier otra forma de discriminación o abuso». «La FIFA adopta una postura clara de tolerancia cero frente a un comportamiento tan abominable en el fútbol», subrayó el ente rector del fútbol mundial, que también impuso una multa de 250.000 francos suizos (cerca de 231.000 euros) a la Federación Húngara.

Durante la visita del pasado 2 de septiembre de Inglaterra al Puskas Arena de Budapest, los aficionados húngaros se dirigieron con cánticos imitando el sonido del mono a los jugadores ingleses Raheem Sterling y Jude Bellingham. Hungría ya fue castigada por la UEFA con tres partidos a puerta cerrada, uno en suspenso, por incidentes similares durante los partidos que albergó de la fase de grupos de la Eurocopa 2020.