Para la mayoría de empresas, la formación de los trabajadores es un elemento fundamental y necesario para mejorar el funcionamiento de la actividad que realiza la organización. Sin embargo, a pesar de contar con grandes avances en estudios y aplicaciones de modelo de formación y desarrollo, en la práctica diaria de una compañía es una tarea difícil y compleja crear un impacto de las acciones formativas y del retorno de la inversión en estas prácticas. En este camino, Adelantta asesora y orienta para diseñar e impartir formaciones con un buen retorno de inversión y aplicabilidad al puesto de trabajo.
Cuestiones a tener en cuenta antes de medir la rentabilidad de la formación
Medir la rentabilidad de la formación siempre ha sido un desafío que no solo contiene ciertas complicaciones, sino también dilemas difíciles de resolver. Es el caso, por ejemplo, de las formaciones más teóricas, en las que el retorno de la inversión es difícil de cuantificar en el corto plazo. Con todo, se pueden aplicar ciertos criterios a la hora de planificar una acción que pueden acercar a conseguir un buen retorno de la inversión, tal y como comenta Juan Carlos Sánchez, director de AdelantTa: “A la hora de planificar una acción formativa hay que pensar en ciertos factores que nos acerquen a una aplicabilidad y transferencia efectiva al puesto de trabajo”. Puntualiza, así mismo, que lo fundamental para que una acción formativa sea rentable es que se traslade a la acción, es decir, tenga una transferencia más o menos inmediata al puesto y, al mismo tiempo, tenga un impacto en la cuenta de resultados.
Cómo medir la rentabilidad de la formación
El modelo más extendido para la medición de la formación es el de Kirkpatrick, el cual se basa en el concepto del Retorno de las Expectativas o ROE. Este método contempla cuatro niveles en el criterio para poder medir, que son reacción, aprendizaje, comportamiento y resultados. A su vez, cada nivel requiere de instrumentos específicos para su medición. En cuanto a los resultados, Sánchez explica que existen ciertos factores a tener en cuenta: “Si pensamos en términos de periodo de amortización podemos saber cuánto tardará la inversión en formación en producir beneficios, o en el caso del Valor Actual Neto, que compara los gastos necesarios y los supuestos beneficios futuros, permite estimar si una inversión en formación es razonable”. En este camino, la clave para potenciar formaciones rentables está en tener claro el impacto de ellas, que puede ser directo o indirecto, así como en aprender a diferenciar claramente entre la formación que resulta un gasto necesario que sirve para la supervivencia y aquella que realmente es una inversión en búsqueda de desarrollo futuro y sostenibilidad.
Gastar dinero en una formación aleatoria o por costumbre, sin análisis previo, no ofrecerá los resultados esperados y producirá cada vez más falta de compromiso en la organización. Para ello, Adelantta provee distintos servicios que ayudarán al área de recursos humanos de cualquier empresa a ser más eficiente