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La gran banca española eleva su beneficio un 13,27%

Las mayores entidades financieras españolas -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia- obtuvieron en los primeros nueve meses del año un beneficio neto atribuido de 12.824,8 millones de euros, cuantía que superó en un 13,27% la contabilizada un año antes favorecida por el impulso del negocio, conjugado con una contención de costes y menores provisiones para los activos improductivos.

La mayor contribución corresponde a Santander, que ganó 5.742 millones de euros, un 13% más, particularmente impulsado por la progresión del resultado en España y Estados Unidos, aunque contribuyeron con mayores ganancias ocho de sus 10 mercados principales. Tan solo empeoró en Reino Unido, cuya ganancia se redujo un 10% en medio de las presiones competitivas del país, y Argentina, donde anotó 169 millones en impacto por la hiperinflación.

Brasil continúa siendo el principal mercado y construye casi un tercio de la cuenta, pero apenas elevó un 2% su beneficio por la depreciación de las divisas; mientras en España la ganancia subió un 27%, en Estados Unidos un 36% y en la financiera Santander Consumer un 17%. Sin tener en cuenta las divisas, el grupo habría ganado un 28% más.

BBVA

Tras el grupo cántabro se situó BBVA, con un beneficio neto de 4.323 millones de euros. Su resultado creció un 25,3% de forma interanual gracias a las plusvalías de 633 millones cosechadas con la venta del negocio retail en Chile y el impulso de los ingresos recurrentes.

A pesar de las dificultades, la franquicia de Turquía contribuyó a la cuenta con 488 millones o un 10,8% más mostrando su fortaleza, pero el resultado del grupo tuvo que soportar un impacto negativo de 190 millones por la hiperinflación en Argentina, e igualmente le pasó factura como al Santander la depreciación de divisas.

Su principal mercado continuó siendo México, con 1.851 millones, seguido por España, con 1.107 millones, el 24,5% más. Y sin el impacto del tipo de cambio, el beneficio atribuido del todo el grupo BBVA crecería un 43%, conforme a sus estimaciones.

LA FACTURA DE LAS DIVISAS

En tercera posición se situó Caixabank, cuyo beneficio subió un 18,8% y ascendió a 1.768 millones de euros, pese a encajar de una tacada un resultado negativo de 453 millones por la desinversión en Repsol, donde redujo a la mitad el 9,36% que controlaba de participación accionarial.

Su progresión se apoyó mejor que los otros dos bancos en la dinámica del negocio al no sufrir la merma en volúmenes del colapso de las divisas, particularmente en actividades como el negocio asegurador, cuya aportación subió un 18%, y en la contribución de la filial portuguesa BPI; junto a una contención de costes y reducción de dotaciones.

BANKIA

Bankia, participada en un 61% por el Estado, obtuvo un beneficio de 744 millones entre enero y septiembre, que creció un 0,6% interanual tras digerir la integración de BMN ejecutada a finales de 2017.

Con la suma del grupo liderado por Caja Murcia, el margen de intereses avanzó un 5,1%, las comisiones un 25,8% y los gastos un 21,8%. A perímetro constante, sin incluir dicha fusión, el margen de intereses caería un 10% y los gastos de explotación el 2,9%, mientras que la recaudación por comisiones avanzaría el 3,1%.

El grupo destacó, sin embargo, la buena marcha del negocio conjunto y de manera especial en la red de BMN con productos donde su comercialización era baja como tarjetas, seguros o fondos de inversión; y que la aceleración del expediente de regulación de empleo (Ere) pactado con sindicatos permitirá anticipar ya en 2019, un año antes, el ahorro de 190 millones previsto como sinergias de la fusión.

SABADELL

La cuenta del Sabadell quedó relegada al quinto lugar al haber sacrificado beneficios por el coste de las incidencias sufridas por la filial británica TSB en la migración tardía de su plataforma informática y la hucha de provisiones acometida para sacarse de una tacada el ladrillo.

Su beneficio neto atribuido se redujo así un 56,5%, hasta los 247,8 millones de euros, tras soportar un impacto negativo de 559 millones por ambas circunstancias.

Sin embargo, los ingresos, indicador del pulso de negocio efectivo, medido en el margen de intereses y las comisiones netas, crecieron un 2,2% y redujo la tasa de morosidad al 4,5%, muy por debajo del 6% de media sectorial. Sin tener en cuenta los costes extraordinarios por el retraso en la migración de los sistemas de TSB y ajenos a su planificación, y la limpieza de balance, el beneficio habría escalado un 14,7%.

 

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