Un estudio elaborado por el Real Instituto Elcano pone de manifiesto que la reputación y el prestigio internacional de España se mantuvieron incólumes durante el momento más álgido de la pandemia del coronavirus, informa Servimedia.
Esta es una de las conclusiones del estudio ‘España: imagen y marca 2020. ¿Cómo nos ven, cómo somos?’, que el Real Instituto Elcano presentó de manera virtual y que se ha realizado a partir de los resultados dimanantes de la encuesta ‘Country Rep. Tack’ realizada a partir de 30.000 entrevistas. En el acto participaron Carmen González Enríquez, directora del Observatorio de Imagen de España de este organismo, y Emilio Lamo de Espinosa, presidente del mismo.
El trabajo de campo de la encuesta se realizó entre los pasados meses de marzo y abril, coincidiendo con la vigencia del estado de alarma en España, un país por cuya imagen se preguntó a 22 naciones: las que componen el antiguo G8 (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Rusia, EEUU, Canadá y Japón), los principales países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), China, Portugal, Países Bajos, Marruecos, Australia, India, Corea del Sur y la propia España.
El estudio constata que la reputación y el prestigio internacional de España no se han resentido en el último año, como lo atestigua el hecho de que en 2019 el país recibió una puntación global de 76 puntos sobre 100, la misma que este año.
España ocupa actualmente el decimotercer puesto en la clasificación de prestigio internacional, superando a países como Italia, Reino Unido, Alemania o Francia, y situándose “muy por delante” de grandes potencias como EEUU y China.
Este ranking suelen encabezarlo los cuatro países nórdicos Suiza, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Holanda, Irlanda y Japón, que son percibidos como “economías ricas”, “democracias consolidadas” y “actores pacíficos en la escena internacional”.
A pesar de que la incidencia del coronavirus, no lastimó la imagen exterior de España, sí lo hizo considerablemente la de China, país donde se originó la pandemia. Prueba de ello es que su valoración cayó hasta los 45 puntos -por debajo del ‘aprobado’-, colocándose en el puesto 50 en la escala de prestigio de las 55 principales economías del mundo, sólo superada por Nigeria, Rusia, Paquistán, Irán e Irak.
AUTOESTIMA INTERIOR Y EXTERIOR
El estudio percibe que el prestigio de España “mejoró ligeramente” en los países latinoamericanos, cuyos habitantes lo sitúan por encima del que otorgan a su propio país. No obstante, el principal caladero de simpatías hacia España se encuentra entre los países del antiguo G8.
Por su parte, la autoestima de los españoles hacia lo propio aumentó hasta situarse en 77 puntos, “ligeramente” por encima de la puntuación inicial, lo que representa el final de una tendencia, que comenzó con la crisis económica, en la que valoraban la imagen de España peor que los nacionales de terceros países, llegándose a alcanzar los 53 puntos como cota mínima.
La encuesta también evidencia que los extranjeros que mejor opinión tiene de España son aquellos que más la visitan. De este modo, la lista la lidera el Reino Unido, seguido de Italia, Alemania, Francia y Holanda, mientras que en el polo opuesto se encuentran Corea del Sur y China, por su distancia geográfica, y países con los que el principal vínculo humano es migratorio, como es el caso de Colombia y Marruecos.
A su vez, el estudio reflexiona sobre el hecho de que la imagen internacional de España tiene tradicionalmente más fuerza en los elementos “blandos”, es decir, en aquellos vinculados con la forma de vida, el entorno natural, el ocio, la seguridad o la simpatía de sus habitantes. En definitiva, con factores que atraen al turismo.
Por el contrario, la imagen del país se resiente en los elementos más “duros”, que son aquellos relacionados con la economía, la tecnología o las empresas. No obstante, el mayor aumento del prestigio de España en la encuesta de este año se ha observado en este ámbito, concretamente, en lo relacionado con tecnología e innovación, gobernanza económica y ética y transparencia.
Por último, y, a pesar de que se observa un incremento de las recomendaciones para invertir, asistir a eventos, estudiar, trabajar o vivir en España, y para comprar productos españoles, el hecho de que la encuesta se realizara en pleno periodo de confinamiento y fronteras cerradas, hizo que descendiera ligeramente la inclinación por visitar el país.