Delimitar las coordenadas de una parcela facilita su ubicación en el espacio y la realización de trámites relacionados con el registro de una propiedad.
Declarar una obra nueva, segregar una parcela o agrupar varias, inscribirla y modificar una finca ya existente, son trámites que exigen un plano georreferenciado. Este instrumento es muy útil antes de la compra de una parcela porque permite aclarar ambigüedades y conocer de forma exacta la superficie real del terreno. La realización de este trámite debe estar a cargo de profesionales técnicamente capacitados. En ese sentido, los ingenieros de Topografía Linderos están altamente cualificados para asesorar y gestionar el sistema de coordenadas del plano georreferenciado.
Datos más exactos, con el Plano Georreferenciado
Una medición georreferenciada soluciona imprevistos poco agradables de solucionar en medio de una firma. Es posible que los datos catastrales no coincidan con los datos aportados. Es por eso que un plano georreferenciado otorga credibilidad y solvencia a una operación inmobiliaria, en caso de discrepancia. Además, permite la actualización de los datos catastrales por parte del mismo propietario. De esta manera, el propietario se ahorra el pago de una suma de dinero considerable, correspondiente al Impuesto de Bienes Inmuebles. Asimismo, tener este documento ayuda a rectificar la cualificación de algunos puntos que el mismo Catastro etiquetó de forma equivocada. La base cartográfica de la Sede Electrónica del Catastro aporta los datos numéricos que figuran en escrituras de viviendas de muchas décadas atrás, pero sus datos no son del todo confiables. Un ejemplo de esto son los linderos incorrectos, que terminan aumentando el valor catastral de la parcela y en consecuencia, el IBI de la misma.
¿Cómo se realiza un plano georreferenciado?
Cualquier profesional con la titulación de Ingeniero Técnico en topografía está perfectamente capacitado para realizar un plano georreferenciado. En el caso de parcelas y orografías complicadas, estos profesionales podrían solicitar la participación de un topógrafo para fijar las coordenadas. En una visita a la ubicación donde está la edificación se hacen las mediciones mediante técnicas GPS y se sitúa cada punto en su lugar correcto. Al final del proceso de toma de datos en el sitio, el resultado es un conjunto de coordenadas (archivo GML) y un plano de la edificación que permiten situarla en el plano topográfico de la Sede Electrónica del Catastro con total precisión. De estas mediciones deriva el plano con todas las coordenadas, el cual se realiza con programas de dibujo computarizado. Seguidamente, se insertará la imagen del mencionado solar, a una resolución lo más límpida posible, extraída de la Sede Electrónica del Catastro. A partir de este se calculan las divergencias.