La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en octubre en el 4,1%, siete décimas por encima de la subida observada en septiembre, lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro desde julio de 2008, según ha confirmado la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
De su lado, en el conjunto de la Unión Europea (UE) la tasa de inflación interanual de octubre subió al 4,4%, frente al alza de precios del 3,6% registrado en septiembre. Se trata también de la mayor subida de los precios en los Veintisiete desde julio de 2008.
Según los datos de Eurostat, el fuerte repunte de los precios de la zona euro en octubre responde a la subida interanual del 23,7% de la energía, frente al 17,6% de septiembre, mientras que los alimentos frescos subieron un 1,4%, por debajo del alza del 2,6% del mes anterior.
A su vez, los precios industriales no energéticos aumentaron en octubre una décima menos que en septiembre, hasta el 2% interanual, mientras que los servicios se encarecieron un 2,1%, cuatro décimas más.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro subió al 2% desde el 1,9% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente subió al 2% desde el 1,9% del mes anterior.
Se trata de la lectura más alta de la tasa de inflación subyacente de la zona euro desde diciembre de 2002.
Entre los países de la UE, las mayores subidas interanuales de los precios correspondieron en octubre a Lituania (8,2%), Estonia (6,8%) y Hungría (6,6%), mientras que los incrementos más moderados se registraron en Malta (1,4%) y Portugal (1,8%).
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se situó en octubre en el 5,4%, lo que implica un diferencial de precios desfavorable respecto de la zona euro de 1,3 puntos porcentuales, frente a las seis décimas del mes de septiembre.
La tasa de inflación interanual de la zona euro en octubre se situó ligeramente por debajo de la registrada en Reino Unido, donde los precios subieron un 4,2%, su mayor repunte interanual desde 2011, y todavía lejos del alza del 6,2% registrada en Estados Unidos, donde la inflación se encuentra en máximos desde finales de 2008.
La última vez que los precios subieron en la zona euro con una intensidad semejante a la actual, en julio de 2008, el precio del barril de Brent rondaba los 150 dólares, frente a los 82 dólares actuales, y un Banco Central Europeo (BCE) liderado entonces por Jean Claude Trichet acordó responder al alza de precios del 4,1% subiendo los tipos un cuarto de punto, hasta el 4,25%.
En contraste con lo sucedido entonces, la actual presidenta del BCE, Christine Lagarde, se ha esforzado en repetidas ocasiones en las últimas semanas en rebajar las expectativas del mercado sobre una subida de los tipos en la eurozona a lo largo de 2022.
Este lunes, la presidenta del BCE insistía ante el Parlamento Europeo en que no se cumplirán en 2022 las condiciones para subir los tipos de interés, a pesar de que la inflación bajará más despacio de lo previsto e incluso podría seguir en niveles altos si los precios de la energía siguen subiendo y «persisten» los problemas en la cadena de suministro.
«Si adoptáramos un enfoque más restringido haría más mal que bien», subrayó la francesa, para quien, «a pesar del aumento de la inflación, las perspectivas para la inflación en el medio plazo siguen siendo débiles» y apuntan a que el alza de precios se situará por debajo del nuevo objetivo «simétrico» del 2% en el medio plazo.