La inflación de Venezuela a nivel interanual se situó en el 3.867% en marzo, según ha indicado el Observatorio Venezolano de Finanzas, un órgano de la oposición ligado a la figura de Juan Guaidó, que ha señalado que a nivel mensual el índice de precios avanzó un 9,1%, frente al 50,9% de febrero.
El dato de marzo supone la tasa más baja desde que el organismo realiza registros. El exdiputado de la Asamblea Nacional Alfonso Marquina ha explicado que esta moderación en la inflación, que alcanza el 155,3% en el acumulado de 2021, se debe en parte a la devaluación del tipo de cambio en un 6% por el pago de impuestos, así como por una menor tasa de crecimiento en la liquidez del país.
La tasa acumulada de 12 meses en febrero alcanzó un nivel del 4.311%, por encima del 3.478% del mes de enero.
El político ha apuntado que el mayor impacto inflacionario ha sido el del sector de salud, dado el «colapso» del sistema sanitario venezolano por el repunte de casos de Covid-19.
Para Marquina, el principal componente de la inflación «es la irresponsabilidad del gobierno y la utilización del Banco Central de Venezuela como mecanismo para financiar el déficit fiscal». «Mes a mes se sigue emitiendo dinero inorgánico generando la hiperinflación», denuncia Marquina.
No obstante, Marquina ha contextualizado los datos de marzo apuntando que es el mes que cuenta con las inflaciones más bajas del año debido al pago de Impuesto sobre la Renta, momento en el que muchas empresas y hogares venden divisas para comprar bolívares y pagar las tasas tributarias.
En este sentido, Marquina ha señalado que tras dos meses con tasas de inflación superiores al 50%, la desaceleración de marzo es «circunstancial». «Pensamos que los precios se van a acelerar en abril nuevamente y seguir la senda hiperinflacionaria, ya que los fundamentos que la generaron aún se mantienen», añade.
Por otra parte, el exdiputado ha alertado sobre el crecimiento en el precio de la canasta de alimentos. Desde noviembre, los precios para una familia de cinco miembros se han incrementado en un 39%, hasta los 289 dólares (algo más de 240 euros).
De este modo, un ciudadano que perciba el salario mínimo, unos 400.000 bolívares que con la inflación apenas superan los diez céntimos, solo puede acceder al 0,64% de dicha cesta de alimentos.