La caza deportiva es una de las actividades que ha ganado más adeptos a lo largo de los últimos años y su práctica se expande por todo el mundo. La cantidad de especies silvestres son muy diversas y varían según la región, como también las modalidades, sean esperas, monterías o recechos.
Uno de los animales más buscados son los corzos, y para su caza, concretamente el rececho de corzo, se deben de seguir una serie de parámetros para tener éxito. Es por eso que Hunty, expertos en la materia, explican los pasos a seguir
Consejos para cazar un corzo
La práctica de la caza requiere un equipamiento específico que le permita al cazador cumplir con éxito su objetivo, respetando a su vez la reglamentación. Dentro de la documentación, la más importante serán los precintos de corzo, los cuales permiten la identificación y trazabilidad del animal una vez cazado.
Sobre los utensilios a utilizar, se destacan en cuanto al rifle que sea lo más ligero posible, ya que el corzo, al ser liviano, un calibre excesivo ralentizaría al cazador. Sobre la óptica, se recomienda que sea la mejor posible, ya que los corzos se tornan más activos en el amanecer y en el crepúsculo, los momentos en que se va a disponer de poca luz. Y las personas han de ser muy cautelosas a la hora de rastrear y acercarse a uno, ya que el corzo es un animal que cambia su posición constantemente. Por ello, lo idóneo es localizarse en un sitio elevado para la observación óptima del terreno y así su consiguiente acercamiento
¿Por qué el corzo es tan codiciado?
De todas las opciones de animales, al corzo se lo identifica como uno de los más buscados entre los profesionales. Además de tener patrones de movimiento indescifrables, los momentos en los que se encuentra estático son ínfimos. En adición, cuentan con un poderoso olfato a la par de una vista excelente, la cual les permite detectar movimientos de figuras y objetos extraños fugazmente. En el propio sitio de Hunty se exponen diferentes dificultades para su caza.
A su vez, la temporada de caza de corzos se extiende desde los meses de abril hasta septiembre e incluso a octubre en ciertas zonas, permitiéndole al cazador realizar su actividad sin condiciones climáticas de extremo frío. Si bien son los más livianos de los cérvidos, el verdadero trofeo lo representa su imponente cuerna, lo cual lo hace un galardón para cualquier cazador.