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La innovación empresarial cambia de paradigma; de startups a gigantes consolidados

En un mundo donde la innovación es la moneda de cambio, la sociedad ha sido testigo de un cambio trascendental en la fuente de la cual proviene. Durante mucho tiempo, las startups fueron las heroínas de la narrativa de la disrupción, pero en la actual nueva era son las empresas grandes y consolidadas las que lideran la carga hacia la transformación empresarial.

Este cambio estratégico responde a la creciente presión de mercados y consumidores cada vez más exigentes. Las grandes corporaciones, antes vistas como entidades inamovibles, se han visto «obligadas» a cuestionar sus procesos y reevaluar su propuesta de valor, colocando al cliente en el epicentro de sus operaciones.

Lo que destaca en estas empresas es su capacidad para adaptarse y adoptar metodologías ágiles y prácticas de desarrollo rápido. La aceleración, que antes era distintiva de las startups, ahora late en el corazón de estas gigantes corporativas, permeando profundamente en su cultura organizacional.

La desintegración de los tradicionales silos internos ha allanado el camino para una colaboración más fluida entre diferentes departamentos y equipos, potenciando la innovación y creando un caldo de cultivo para ideas revolucionarias que desafían las expectativas establecidas.

¿Cómo se ha llegado a este punto? La respuesta radica en la adopción de una mentalidad innovadora por parte de estas empresas. Han aprendido a reclutar mentes creativas y visionarias, fusionando la sabiduría acumulada a lo largo de los años con la frescura de nuevas perspectivas. La diversidad de talento se ha convertido en un catalizador para la generación de ideas transformadoras y la resolución de problemas complejos.

Sin embargo, mientras algunas empresas gigantes lideran esta revolución interna, existe una brecha significativa en la generación de verdadera disrupción empresarial. No se trata solo de innovación o digitalización, sino de la capacidad de crear propuestas de valor que cuestionen el statu quo de la compañía y del mercado en general.

En este contexto, empresas como Raven emergen como líderes en la nueva era de innovación. Esta consultora chilena ha llevado la disrupción de negocios más allá de las fronteras, exportando su experiencia a mercados tan diversos como España, México, Colombia, Chile y Estados Unidos. Al colaborar con gigantes como Agbar, Invex Banco y Parque Arauco, entre otros, Raven ha demostrado su capacidad para generar un cambio significativo.

Lo más destacado de Raven es su enfoque en la generación de disrupción empresarial, y no solo en la digitalización o innovación superficial. La compañía se ha convertido en una fuerza impulsora en la creación y ejecución de estrategias que desafían el statu quo y aprovechan la tecnología para crear propuestas de valor en constante evolución.

El éxito de Raven se manifiesta no solo en términos de reconocimientos y premios, como el otorgado a su CEO, Juan José de la Torre, en el 11º Cónclave de Liderazgo de White Page en Dubái, como uno de los «200 Global Inspirational Leaders del 2023», sino también en su capacidad para elaborar propuestas de valor y estrategias de mercado que desbloquean nuevo valor para sus clientes.

Un ejemplo palpable de este impacto se vivió recientemente en España, cuando la consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, visitó las instalaciones de Raven. Su visita no solo destacó el crecimiento exponencial de la consultora, sino que la posicionó como ejemplo de innovación y crecimiento en el sector. Esta visita fue un testimonio tangible de cómo Raven ha exportado la disrupción de negocios a nuevos horizontes, dejando una impresión duradera en líderes empresariales e institucionales.

Con el aumento de la competencia y la evolución constante de la tecnología, las organizaciones se encuentran en un continuo viaje hacia la reinvención. La capacidad de adaptarse a entornos cambiantes y abrazar la innovación se ha convertido en un requisito fundamental para el éxito a largo plazo. En este sentido, la colaboración entre empresas emergentes y gigantes consolidados se presenta como un modelo poderoso, donde la agilidad de las primeras se fusiona con la estabilidad y recursos de las segundas, creando una sinergia única que impulsa la transformación empresarial.

Esta alianza estratégica no solo se traduce en la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas, sino también en la creación de ecosistemas colaborativos que nutren la creatividad y fomentan la experimentación. La combinación de la audacia de las startups y la experiencia de las corporaciones establecidas da lugar a una cultura empresarial dinámica y receptiva al cambio, capaz de anticipar y satisfacer las necesidades del mercado en constante evolución.

En este panorama, la RSE también emerge como un factor crucial. Las empresas líderes no solo están redefiniendo la innovación en términos de productos y servicios, sino que también están asumiendo un papel activo en la creación de un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. La sostenibilidad y la ética se entrelazan con la innovación, formando una narrativa empresarial integral que resuena con los valores cambiantes de los consumidores y las expectativas del mercado global. Esto no se logra si solo se implementan las estrategias que las industrias solicitan. Los nuevos creadores deben mirar mucho más allá e implementar un diseño de experiencia que rete el statu quo y lleve a las empresas al siguiente nivel.

Romper los límites en el sector empresarial

Para J.J. de la Torre, director ejecutivo de Raven, el contexto en el que actualmente se desenvuelven los negocios requiere soluciones innovadoras que saquen a los emprendedores de su zona de confort y los lleven a quebrar sus límites. En la actualidad, las empresas deben enfrentarse a una intensa competencia, mediada por el avance en los ecosistemas digitales, lo que acelera exponencialmente el mercado y deja obsoletas algunas soluciones que parecían innovadoras.

Con el crecimiento acelerado de las tecnologías de la información, lo que hoy parece una idea rompedora y creativa, mañana puede ser una solución anacrónica que no genere los resultados esperados en las empresas. Es por esto que no es suficiente con lanzar al mercado productos que suplan las necesidades de los usuarios, sino que además es necesario fortalecer el diseño de experiencia, para que el cliente sienta que el producto cumple con sus expectativas y, además, le haga sentir bien.

Esto requiere conocer y anticiparse a las búsquedas de los usuarios, entendiendo su comportamiento y sus formas de desenvolverse en el mundo, partiendo de diferentes frentes de análisis. Ya no basta con conocer sus necesidades, sino que además es importante comunicarse con ellos de manera efectiva, reconociendo sus emociones, sus gustos, sus formas de relacionarse y hasta sus debilidades. Todo esto para comprender el aspecto más humano de los compradores y generar experiencias que aporten bienestar y que además les hagan confiar en la marca.

Para Raven, los negocios disruptivos son aquellos capaces de lograr esta relación duradera e íntima con sus clientes, y por este motivo acompañan a las empresas a crear productos y servicios rompedores que les permitan construir comunidades de usuarios duraderas, que se salgan de los esquemas y que encuentren en las empresas el potencial de cosas que siempre estuvieron buscando.

Para Raven, un diseño de experiencia exitoso es aquel que concibe propuestas de valor, a partir de las condiciones naturales del ser humano, desde un punto de vista amplio y no solamente desde sus necesidades o comportamientos de compra. Solo de esta manera es posible detectar aquellos elementos que no se abordan desde las dinámicas cotidianas del mercado y llenar esos vacíos con ideas innovadoras e impactantes que sobrepasen la mera necesidad de un producto o un servicio.

Pensar fuera de la caja de la mano de profesionales

A pesar de esto, encontrar esas fisuras no es sencillo, sobre todo en un mundo en el que parece que todo está hecho. Es por esto que Raven acompaña a las empresas a adentrarse todavía más en el diseño de experiencia, con el objetivo de salirse de la caja y encontrar en otros ecosistemas aquello que puede garantizarles el éxito y la reputación que necesitan para crecer como organizaciones. Raven ofrece 4 áreas de especialización en las que se pueden abordar de forma integral todas las herramientas necesarias para crear o convertir un negocio estándar en una empresa disruptiva.

Estas áreas abordan el bussines design, design experience, growth & analytics y tech operation, tomando como insumo las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías y los estudios sobre datos o metadatos. Esto incluye la creación de propuestas de valor innovadoras, el diseño de experiencia emergente con impacto en el comportamiento de los clientes, la captura de valor y eficiencia a través de datos y la creación de activos tecnológicos sostenibles. Con estos servicios de acompañamiento, Raven espera que los negocios nuevos impongan tendencias y se separen de las necesidades del mercado, para generar experiencias disruptivas que los acerquen a los clientes y les proporcionen ventajas en un contexto cada vez más competitivo y hostil.

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