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La inutilidad del sufrimiento y las claves para una vida consciente

En un mundo donde las emociones y los conflictos internos parecen definir gran parte de la existencia, surge la pregunta: ¿es realmente necesario el sufrimiento para avanzar? Muchas ilusiones y esperanzas se pierden en medio de un dolor que, en numerosas ocasiones, se prolonga sin sentido, drenando la energía y limitando la capacidad de actuar. Este sufrimiento, tan inútil como frecuente, no favorece a nadie ni alivia las circunstancias externas.

El crecimiento interior no depende del sufrimiento, sino de la capacidad de aceptar, comprender y asumir los retos que la vida presenta. Según Gema Martíz, directora de Espacio Argenta, aprender a vivir de manera positiva y consciente es esencial para encontrar la ilusión en el día a día y para alcanzar un equilibrio que permita afrontar los desafíos con una perspectiva renovada.

Para profundizar en esta reflexión, Gema Martíz ofrece una visión única sobre cómo buscar ayuda puede ser el primer paso hacia una vida más plena. A continuación, se comparte una entrevista exclusiva con la directora de Espacio Argenta, quien explica cómo transformar el sufrimiento en un motor para el cambio.

«La inutilidad del sufrimiento» es un concepto impactante. ¿Cómo definiría esta idea y qué mensaje principal quiere transmitir con ella?

Es impactante y desgastante. El sufrimiento no es solo algo que sentimos cuando nos pasa algo terrible. Sufrimos todos los días y durante mucho más tiempo del deseable. Para entendernos, podríamos decir que sufrimos cada vez que perdemos la paz, esa sería la manera más fácil de distinguir cuándo estamos en modo sufrimiento y cuándo no. Si estoy molesta, enfadada, criticona y reactiva, estoy en modo sufrimiento.

En Espacio Argenta se trabaja mucho el crecimiento interior. ¿Qué papel juega este crecimiento en la superación del sufrimiento emocional?

Un papel fundamental porque conocerse a uno mismo implica mirar de frente nuestras luces y nuestras sombras. Implica también estar dispuestos a revisar lo que guardamos en el cajoncito de la mente, todas esas creencias que nos limitan y nos generan impotencia, y todos esos traumas que nos impiden expresar todo nuestro potencial.

Aceptar, comprender y asumir son palabras clave en sus programas. ¿Cómo se aplican estos conceptos en la vida diaria de quienes buscan ayuda?

Primero empezamos por redefinir esos conceptos. La cultura nos ha dicho que son una cosa, pero que en realidad son otra. Aceptar implica renunciar a querer cambiar a los demás y lo que ocurre en el mundo fuera de mi alcance. Cuando hago esta renuncia, el sufrimiento desaparece. Asumir implica hacerme responsable de todas mis decisiones, sean acertadas o no.

Si me equivoqué, asumo que no lo supe hacer mejor. Y esto alivia el sufrimiento totalmente. Y comprender implica mirar el mundo desde una mirada más neutra, con menos juicio, comprendiendo que todo responde a un orden superior y procurando hacer que todo encaje, en lugar de rechazar, negar y excluir. Esto también elimina el sufrimiento.

El sufrimiento prolongado suele estar ligado a la culpabilización externa. ¿Cómo enseña a las personas a asumir la responsabilidad de sus propias decisiones?

Qué buena pregunta. Hay que sumergirse un ratito para conocer el ego y ver cómo funciona y los trucos que nos hace. Empezamos por ahí y después, poco a poco vamos haciendo el proceso hasta que llegamos a hacernos completamente responsables de todas nuestras decisiones. ¡Y estamos decidiendo todo el tiempo!.

En su experiencia, ¿cuáles son las mayores barreras que impiden a las personas avanzar hacia una vida más positiva?

Nuestras creencias y nuestros miedos. Hasta que no hacemos una limpieza de nuestro campo mental no podemos experimentar una vida de satisfacción, bienestar y positividad.

Habla de comprender el «orden superior» detrás de las experiencias de la vida. ¿Cómo aborda este tema en sus programas en Espacio Argenta?

Cuando uno descubre que hay unas leyes que están organizándolo todo, se abre un campo maravilloso para analizar nuestra vida y todo lo que ocurre. Igual que hay leyes en el campo de la física y de la naturaleza, por ejemplo, también hay leyes que rigen el orden de todo lo que nos rodea. Conocerlas marca una gran diferencia.

¿Qué técnicas o herramientas prácticas ofrece Espacio Argenta para transformar las emociones negativas en energía positiva?

Las emociones negativas no hay que reprimirlas ni negarlas. Sin embargo, cuando hacemos trabajo interior, cada vez asoman menos. La emoción es, siempre, una secuencia del pensamiento. Cuando aprendemos a pensar de otra forma, automáticamente la polaridad de nuestras emociones cambia.

Finalmente, para quienes sienten que la felicidad es un objetivo inalcanzable, ¿qué consejo o reflexión les brindaría?

Mientras pensemos que la felicidad es algo que depende de que otras personas hagan esto o aquello, de que las circunstancias sean de una u otra manera, de que yo consiga esto o aquello será algo inalcanzable. La felicidad es algo tan importante, tan esencial, que no puede depender de lo de afuera. Sin embargo, cuando descubrimos que en cada momento tenemos todo lo que necesitamos para ser felices, todo cambia. La felicidad solo depende de uno mismo. Nadie me puede hacer feliz, salvo yo misma.

Superar el sufrimiento inútil no significa ignorarlo, sino abordarlo desde una perspectiva consciente, aceptando lo que no se puede cambiar y comprendiendo que el verdadero crecimiento interior surge al asumir la responsabilidad de la propia vida. Espacio Argenta, bajo la dirección de Gema Martíz, invita a quienes buscan ayuda a explorar un camino donde el bienestar no dependa de las circunstancias externas, sino de un compromiso con uno mismo.

Aceptar, comprender y asumir son los pilares de esta transformación, una forma de redescubrir la vida y vivirla desde la ilusión. La felicidad no es un destino imposible, sino un estado al que se llega con consciencia y acción.

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