Pese a los esfuerzos y medidas llevadas a cabo por el Banco Central Europeo, la inversión empresarial de la Eurozona mostrará “síntomas de debilidad” en 2016. Lo ha dicho esta mañana el director de Estrategia de Mercados de Banca March, Alejandro Vidal, en la presentación del estudio sobre perspectivas económicas llevado a cabo por la entidad.
Estas medidas derivaron en bajos tipos de interés y mayor competitividad vía tipo de cambio, por lo que la reducción del crecimiento económico unido al alto nivel de desempleo podría frenar más de lo previsto el impulso económico.
Sin embargo, se espera que el PIB avance a ritmos del 1,7 por ciento, un punto por debajo del español pero el más elevado desde 2011. De esta forma, el PIB de nuestro país moderará su crecimiento hasta el 2,7 por ciento, por debajo de la cifra con la que se espera cerrar 2015.
En este terreno más cercano, la demanda interna y externa no caminará a su mejor ritmo. En el caso de la primera, los menores precios del petróleo y los estímulos fiscales que empujaron el consumo privado perderán impulso y tampoco se espera una mayor aportación de la demanda externa debido al modesto crecimiento mundial y al aumento de las exportaciones.
Pero no son casos aislados porque todas las economías protagonizarán un comportamiento similar. La actividad mundial ha seguido una senda de desaceleración y el avance del Producto Interior Bruto es el más bajo desde la crisis. Con tal motivo, las economías emergentes reflejaron un fuerte descenso en su volumen de importaciones. “Los elevados niveles de deuda y el freno de las economías emergentes son riesgos a la baja que seguirán presentes”, explica Vidal. Riesgos provocados por algunos desajustes estructurales como son por ejemplo la posibilidad de que las cuentas públicas no alcancen la reducción de déficit, lo que podría conllevar nuevas medidas en 2016; el elevado endeudamiento y la tasa de desempleo, que seguirá por encima del 20 por ciento.
Para no caer en malos números, el BCE seguirá luchando contra el riesgo de deflación ya que las expectativas de inflación siguen siendo muy reducidas y el riesgo sobre los precios todavía son a la baja.
Por su parte, la rentabilidad de las letras del Tesoro, del Euribor y de los depósitos bancarios sigue siendo exigua. Las rentabilidades de letras españolas a 12 meses están en negativo; el Euribor a 12 meses en el 0,1 por ciento; el tipo de interés de los depósitos por debajo del 0,4 por ciento y los pagarés de empresas no financieras ofrecen rentabilidades de ente 0,6 y uno por ciento a 12 meses.
Yasmina Pena