La inversión sostenible (IS) a veces se califica de nicho, por lo que algunos se sorprenden de la gran envergadura que presenta. Así lo afirma la Directora de criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) de la gestora holandesa Robeco, Mazja Zandbergen.
Para Zandberger, aunque existen ámbitos que, efectivamente, siguen siendo un nicho, como sucede con la inversión de impacto o la inversión temática, el mundo de la IS es hoy en día un sector que mueve billones de dólares, y que se está convirtiendo en una corriente mayoritaria, ya que cada vez hay más personas comprometidas con ella.
Es cierto que la práctica de la inversión sostenible comenzó como un nicho de inversión en los años noventa, cuando Robeco fue uno de los primeros inversores en tomársela en serio. Por aquella época, se prestaba atención principalmente a lo que se denominaba (y a veces aún se denomina) Inversión Socialmente Responsable, que se basaba esencialmente en excluir de las carteras los sectores menos deseables, tales como el tabaquero o el armamentístico. Las inversiones reales tendían a ser muy específicas, centradas en sectores nicho como la fabricación de alimentos orgánicos o la incipiente industria de las energías renovables, circunscribiéndose además a renta variable solamente.
Ahora, dos décadas después, la inversión sostenible ha ampliado enormemente sus horizontes y se centra en los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), que se encuentran cada vez más integrados en el proceso de inversión de todas las categorías de activos. En Europa, son más los inversores que han asimilado esta orientación que los que no, ya que al cierre de 2016 el 52,6% de todos los activos patrimoniales se gestionaban conforme a ISR, según la Alianza Global para la Inversión.
Según Zandbergen, tal es la difusión de la inversión sostenible en Europa que muchos gestores están teniendo que subirse al barco a toda prisa, según la entidad de análisis de gestión patrimonial Cerulli Associates.
“La carrera hacia la asimilación de criterios ASG ha hecho que las gestoras europeas de fondos tengan que redoblar esfuerzos para no quedarse atrás. Las gestoras patrimoniales han subido el listón, al igual que las empresas en las que invierten los fondos”, afirmaba la entidad en su boletín de septiembre de 2017.[2]
Para hacernos a la idea de la tremenda escala que presenta hoy en día la IS a escala global basta con que miremos las cifras de los Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas (UNPRI), que trabajan para fomentar la inversión sostenible a lo largo de seis principios básicos. Actualmente cuenta con 1.750 miembros, y Robeco y RobecoSAM se encuentran entre sus firmantes originales. En 50 países, los firmantes de los UNPRI gestionan colectivamente inversiones por valor de unos 70 billones de USD, lo que equivale a tres veces el PIB de Estados Unidos. [3]
Han ido surgiendo otros grupos que promueven la inversión sostenible. La Red Internacional de Gobierno Corporativo (ICGN) se centra en la mejora de la «G» de ASG, y cuenta en la actualidad con 600 miembros, que gestionan activos por valor de 26 billones de USD. [4] En EE.UU., el Foro de Inversión Sostenible y Responsable (USSIF) ha informado que el volumen de activos gestionados de manera sostenible se ha disparado, de poco menos de 1 billón de USD en 1995 hasta más de 8,7 billones a finales de 2016, de forma que ha llegado a representar el 20% de todo el mercado de la inversión.[5]
Integración de ASG
Hace muchos años que la inversión sostenible es, para Robeco, un concepto fundamental. Los criterios ASG se integran de forma rutinaria en los procesos de inversión de toda su gama de estrategias fundamentales de renta variable, renta fija y cuantitativas. De los 152 miles de millones de EUR en activos bajo gestión con los que contaba en septiembre de 2017, unos 91 se gestionaban explícitamente empleando factores integrados ASG, esto es, el 60% de su negocio operativo. En otros fondos, la integración de ASG se realiza de forma implícita, ya que siempre se tienen en cuenta los factores relacionados con la sostenibilidad, aunque en muchos casos pueda optarse por un enfoque más regional o sectorial.
Otra manera de hacerse una idea de la difusión que tiene la sostenibilidad en el mundo de la inversión es fijarse en las solicitudes de ofertas o «RfP» (Requests for Proposals), que son cuestionarios detallados que los clientes envían a los gestores patrimoniales para que les faciliten información sobre sus productos. En al menos el 90% de las RfP que recibe Robeco se incluyen preguntas sobre sostenibilidad y ASG, y su nivel de detalle va en aumento. Por ejemplo, los inversores potenciales ahora quieren saber el nivel hasta el que se integra la sostenibilidad, y cómo se integra, ya no se limitan a preguntar si el gestor se atiene o no a los UNPRI.
Vemos pues que la capacidad de un gestor para ofrecer fondos sostenibles se ha vuelto muy importante en los últimos años. Evestment, especialista global en datos y análisis de inversión institucional, ha ampliado sus labores de recopilación de datos ASG con las gestoras para satisfacer la creciente demanda de mayor transparencia por parte de los inversores en relación con las prácticas de sostenibilidad de dichas gestoras, y afirma haber registrado “un aumento del 150% en la actividad de cribado ASG a escala mundial en los últimos 18 meses.» [6]
Regulaciones y riesgos
Por último, la política y las normativas están haciendo que la sostenibilidad suba puestos en la agenda política. La Comisión Europea estableció en enero las recomendaciones de su Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Financiación Sostenible para “describir una hoja de ruta para lograr una economía más verde y limpia” en toda la UE.
Cabe destacar así mismo, por parte del regulador, el Acuerdo de París, por el cual las naciones se han comprometido a limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados e, idealmente, a menos de 1,5 grados, sobre los niveles preindustriales. Esto está ejerciendo un profundo efecto sobre la manera en que el mundo genera energía, apartándose de los combustibles fósiles y optando por las energías renovables, como la eólica o la solar.
Gran parte de esta inversión sigue circunscribiéndose a fondos temáticos o de impacto, pero se trata del frente que más rápido está creciendo en la esfera de la inversión sostenible, ya que las naciones se toman en serio su compromiso de combatir el cambio climático. Esto, combinado con el auge de la integración ASG en los fondos tradicionales de renta variable y fija, está haciendo que la sostenibilidad pase de ser un nicho a ser una corriente mayoritaria, llegando a convertirse en la norma algún día, por lo que cabe esperar que su crecimiento continúe.
[1] Global Sustainable Investment Alliance 2016 Review http://www.gsi-alliance.org/wp-content/uploads/2017/03/GSIR_Review2016.F.pdf
[2] Cerulli Associates, the Cerulli Edge, European Monthly Product Trends, septiembre de 2017. https://www.cerulli.com/vapi/public/getcerullifile?filecid=Cerulli-EDGE-EPT-SEP17-TOC
[3] Para más información, consulte la página de los PRI de la ONU https://www.unpri.org/about
[4] Para más información sobre la ICGN, visite https://www.icgn.org/about
[5] US Forum for Sustainable and Responsible Investment, «Report on US Sustainable, Responsible and Impact Investing Trends» (Informe sobre las tendencias en inversión sostenible, responsable y de impacto en EE.UU.), 2016 https://www.ussif.org/trends
[6] Fundfire, «Evestment expands how managers report ESG data» (Evestment amplía la cobertura de información ASG de las gestoras), octubre de 2017 https://www.evestment.com/evestment-expands-managers-report-esg-data/