La Francia Insumisa (LFI), la principal formación de izquierdas en el Parlamento galo, ha anunciado que presentará una nueva moción de censura contra el Gobierno ante el rechazo de la Asamblea Nacional a la tramitación de una enmienda que planteaba la paralización del retraso de la edad de jubilación.
LFI ha respondido en pocas horas a un anuncio de la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, que en una entrevista a la cadena BFMT sentenció una enmienda que el grupo de izquierdas quería presentar para corregir la reforma de las pensiones, en particular el artículo que eleva de 62 a 64 años la edad legal para retirarse.
«Mañana, pase lo que pase, no habrá derogación de la reforma de las pensiones», ha proclamado Braun-Pivet, al anunciar que no habrá votación alguna sobre esta propuesta. La presidenta de la Asamblea, afín al presidente francés, Emmanuel Macron, ha asegurado que se limitará a «aplicar las reglas» de la Cámara.
No lo ve así la oposición. La jefa de la bancada ‘insumisa’, Mathilde Panot, ha confirmado ante los medios que su grupo pondrá de nuevo en tela de juicio la continuidad del Ejecutivo ante lo que considera «un golpe de fuerza» por parte de la presidenta de la Asamblea Nacional. Según Panot, se sienta «un precedente extremadamente peligroso para la democracia».
La moción carece ‘a priori’ de una mayoría suficiente para tumbar al Gobierno, que ya logró sortear varias iniciativas similares en los momentos más álgidos de la tramitación de la polémica reforma de las pensiones. Macron también ha defendido en estos meses la continuidad de la primera ministra, Elisabeth Borne.
Este nuevo pulso político llega un día después de la decimocuarta jornada de movilizaciones por la reforma, aparentemente menos multitudinaria que las anteriores. Los sindicatos aseguraron que más de 900.000 personas asistieron a alguna de las protestas convocadas, mientras que la cifra oficial dada por el Ministerio del Interior reduce la cifra a unas 280.000.