La mayoría de españoles no entienden qué dicen las leyes

La redacción de la Reforma Laboral ha causado malinterpretaciones 

La interpretación de las leyes supone, en ocasiones, un quebradero de cabeza, crea conflictos en la sociedad. Una de esas situaciones se ha producido con la Reforma Laboral de 2012, la cual ha causado malinterpretaciones en los tribunales debido a su poca claridad en la redacción. Es por ello que el presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Salvador del Rey, aboga por la necesidad de redactar las normas de forma entendible.

Lo ha dicho esta mañana durante la presentación en la sede de la CEOE del Marco Regulatorio de los Recursos Humanos: nuevos retos ante la globalización y el cambio tecnológico.

Pese a las innumerables críticas por parte de trabajadores y partidos de la oposición, los cuales quieren derogarla completamente, la Reforma Laboral evitó la destrucción de 1,5 millones de empleos. A este dato publicado por BBVA Research hizo referencia el Presidente Ejecutivo de ManpowerGroup, Jorge Badía.

Y es que la normativa ha tenido una repercusión muy positiva en la producción y el trabajo, de forma que si se hubiese aplicado en el inicio de la recesión se hubiera evitado una parte “significativa” de la caída del PIB y del empleo, señala el informe.

Pero esta no es la reforma definitiva con la que todo ir sobre ruedas. Salvador del Rey insiste en que tiene que fortalecer los elementos esenciales para la contratación en la empresa, un aspecto que en el 10% de los casos se está gestionando mal.

Sin embargo, y como explicó el presidente de CEOE, Juan Rosell, la realidad no se puede cambiar de un día a otro y por ello insiste en que “hemos de ser serios en los planteamientos”. La legislación supone una traba en algunas ocasiones, razón por la que es de vital importancia conocer la realidad de las empresas y la legalidad, además de hacer reformas antes de periodos de vacas flacas, como ha hecho Alemania.

Un pacto común de empleabilidad

España debe enfrentarse no sólo a este reto, sino a muchos más. Uno de ellos es poner en marcha un pacto empresarial común que dé empleo a los todavía 4,09 millones de parados.

Este pacto contempla propuestas de diversos asuntos en materia laboral, como es la contratación, la flexibilidad interna, los despidos y la formación. Este último es uno de los más importantes porque España – y las empresas -necesita herramientas formativas, un asunto obligatorio por parte de los trabajadores y de las propias sociedades.