El 48% de las familias y el 69% de los jóvenes de la generación Z vende material escolar en aplicaciones de segunda al finalizar las clases.
Así lo refleja un informe sobre los hábitos de consumo de los españoles elaborado por Milanuncios y Appinio coincidiendo con el final del curso escolar, que recuerda que cada año el material escolar incrementa de precio y son muchas las familias que consultan las plataformas de segunda mano para ofrecer productos que ya no van a usar y obtener así un beneficio económico.
El análisis realizado muestra que el 86% de las familias que ha llevado a cabo esta práctica, ha vendido o se plantea vender libros de texto, seguido por un 52% que plantea vender mochilas, un 41% uniformes escolares y hasta un 29,5% dispositivos electrónicos.
En cuanto a la oferta, los libros relacionados con asignaturas como Inglés, Lengua y Matemáticas son los que más anuncios acaparan en Milanuncios, y las clases particulares, el servicio que más se anuncia en la plataforma.
El estudio indica que el 59% de las familias asegura recurrir a la segunda mano con el objetivo de dar una segunda vida a estos productos escolares, ya que consideran que pueden ser útiles para otras personas, una motivación que es especialmente relevante para la población más adulta, ya que para el 72% de las personas de 55 a 65 años esta preocupación es la principal.
De hecho, esta razón se sitúa por encima de otras, como el beneficio económico, que es la motivación principal solo para el 24%. No obstante, el 50% de ellas admite que a través de la venta de material escolar, consiguen recuperar entre 50 y 100 euros de este desembolso, seguido por el 21% que afirma que esta cifra se eleva entre los 100 y 200 euros.
Entre las comunidades autónomas que más productos escolares o servicios ya están ofertando en esta plataforma destacan Andalucía y la Comunidad de Madrid, donde se aprecia especialmente la oferta de clases particulares, y Comunidad Valenciana, donde los libros de texto son los más ofertados.
«Hemos observado cómo el final del curso académico se convierte en la oportunidad ideal para que tanto las familias como los alumnos den una segunda vida a todos los materiales que han usado durante el año y que todavía pueden seguir siendo útiles para nuevos estudiantes, colaborando además así en la reutilización de recursos y la economía circular», ha explicado el portavoz de la plataforma Iñigo Vallejo.