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La Moncloa seguirá tanteando a Cs y ERC para “el arca de Noé que son los PGE”

El Gobierno dejará que en los próximos días continúe la sensación de pugna entre Ciudadanos y ERC por ser parte decisiva en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ya que perciben que las próximas cuentas públicas son como “un arca de Noé” a la que todos quieren subirse.

“Todos están pensándoselo”, aseguran a Servimedia fuentes gubernamentales, sin anticipar por el momento quiénes serán en última instancia sus compañeros de viaje en los PGE. Tanto Cs como ERC se vetan y en La Moncloa no piensan decantarse por uno u otro en esta primera toma de contacto con las formaciones.

Según informa Servimedia, en el Gobierno hablan “de los Presupuestos del arca de Noé” porque son “más importantes que nunca” y los partidos que compiten por entrar en la ecuación no son ajenos al actual contexto de pandemia. De esta manera, en La Moncloa entienden que tanto Cs como ERC lucharán por ser claves en el ámbito presupuestario para explotar su imagen de utilidad.

Es decir, desde el Ejecutivo seguirán trasladando la idea de que estos Presupuestos son un salvavidas a nivel de país, argumento que piensan ya tiene interiorizado tanto el bloque de investidura como la variante que podría darse con Cs.

Pero consciente del veto cruzado que se profesan ERC y Cs, el Ejecutivo mantendrá el juego hasta que la aprobación del llamado ‘techo de gasto’ marque el “camino” de quién será el socio definitivo con el que el Gobierno negociará los Presupuestos.

Como puntos en contra, La Moncloa ve las medidas “de derecha” que defienden los de Inés Arrimadas y, por otro lado, recuerda cómo ERC le retiró el apoyo a última hora de los anteriores PGE y se tuvieron que convocar elecciones generales.

CONTRAPARTIDAS

En el PSOE hay quienes apuestan por encontrar el apoyo del llamado bloque de la investidura, porque son formaciones de izquierdas con las que podrían coincidir en sus objetivos, pero también se manifiestan dudas por las contrapartidas que puedan exigir a esos apoyos.

Por otro lado, existe también un sector que manifiesta sus dudas por el apoyo de Cs, un partido que sustenta gobiernos autonómicos del PP con el apoyo de Vox en detrimento del PSOE, que venció en las urnas, aunque admiten que los de Arrimadas han virado y están “entregados” a negociar, tal y como demostraron en el estado de alarma apoyando prórrogas.

Unidas Podemos, perfectamente conocedor de esa doble opción que se le presenta al PSOE para sacar adelante los Presupuestos, no ha dejado de subrayar su preferencia por aprobarlos con la mayoría que permitió investir a Pedro Sánchez, ya fuera con un voto a favor como los del PNV, Más País y grupos regionalistas minoritarios, o con su abstención como ERC, EH Bildu e incluso Junts, de cuyo apoyo no reniega pese a tratarse de un grupo económicamente liberal. «Estuvieron en la mayoría que permitió la investidura», señalaron a Servimedia fuentes del grupo sin admitir ninguna contradicción». Respecto a este grupo catalán, las diferencias entre las familias independentistas incluso alienta la posibilidad de negociar por separado con los cuatro diputados del PDeCat.

Su apuesta por esa mayoría de la investidura la argumentan apelando a que se trataría de la única que permitiría dar estabilidad al Gobierno, pero tal vez la clave la dio el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, cuando en la sesión de control del día 10 dijo sospechar de una «operación» -salvar al soldado Ciudadanos- para “revivir a uno de los partidos de la derecha”, de forma que «el PSOE pueda escoger en los próximos diez años entre Unidas Podemos y Cs”. Unos Presupuestos apoyados por la mayoría de la investidura haría innecesaria cualquier contribución de su potencial rival como posible aliado de los socialistas.

Para apuntalarla, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, se reunió este miércoles con Rufián y la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, en dos encuentros tras los que constató la disponibilidad de ambos a «asumir las tareas de los próximos años, que nos obligan como Gobierno de coalición a seguir reforzando la alianza de la investidura”, por lo cual les ofreció “compartir un sentido histórico de dirección de Estado” a medio y largo plazo. Citas que desarrolló paralelamente a las de la vicepresidenta Carmen Calvo con todos los grupos parlamentarios.

“DOS VÍAS”

Por su parte, fuentes de Cs consultadas por Servimedia inciden en que lo que haga el Gobierno “no depende” de ellos. “El Ejecutivo sabe que los Presupuestos no pueden estar firmados por Cs, Esquerra y EH Bildu”, subrayan, sin moverse de la consigna de que “hay dos vías” que no son compatibles. Por ello, les emplazan a elegir entre “unos PGE radicales” o “unos PGE serios y moderados”.

Desde la formación de Arrimadas hacen hincapié en que “lo que está claro es que Sánchez no puede decir que no tiene una alternativa porque nadie le está empujando a pactar con los separatistas unos Presupuestos que van a ser determinantes el futuro de España”. “Hay alternativa, pero tienen que elegir”, remarcan.

En Cs aseguran tener “la conciencia tranquila” al intentar que estos PGE puedan salir adelante de la mano de un partido liberal y “sensato”. De ahí que insistan en ofrecer una alternativa al Gobierno para que el futuro de los españoles “no descanse en ERC y EH Bildu” y, en consecuencia, evitar que los 140.000 millones que vienen de Europa “los repartan Iglesias, Otegi y Rufián”. De decantarse por esta última opción ante “las cuentas más importantes de la democracia”, Cs avisa de que será Sánchez quien tendrá que argumentar su elección.

“Sabemos que no es fácil negociar con este Gobierno y, sobre todo, sabemos que los separatistas se están frotando las manos porque saben que pueden sacar tajada de este Ejecutivo”, explican las fuentes de Cs consultadas por Servimedia, que recalcan que su “obligación moral” es trabajar para que esto no suceda. Las circunstancias, apuntan, no son “normales” y por eso hay que “anteponer los intereses de España a todo”.

PASO AL FRENTE

ERC y EH Bildu son, junto a Unidas Podemos y el BNG, los dos grupos que más radicalmente se han declarado incompatibles con Cs para sacar adelante los Presupuestos, pero a la vez se han dado cuenta de que la mejor manera de sacarles de la ecuación es dar un paso al frente, más adelante incluso de la abstención con la que se conformaron en la investidura.

El portavoz republicano Gabriel Rufián culminó el discurso antes citado en el que hablaba de la “operación” para “revivir” a Cs con un ruego y un compromiso significativos: “Les pido que aguanten, porque, si aguantan, nosotros aguantaremos”.

Pareció sugerir así que, si el PSOE aguanta las presiones para pactar con Cs, ERC aguantará las presiones independentistas para que no ayude a aprobar los Presupuestos; unas presiones que, además, serán acuciantes si, como anunció el presidente de la Generalitat, Quim Torra, no va a convocar elecciones catalanas inmediatas antes de su inminente inhabilitación.

Por su parte, Aizpurua, al salir de su reunión del miércoles con Iglesias, manifestó la disposición de su grupo a “dialogar, negociar e incluso acordar”, según enfatizó, unas cuentas públicas “progresistas”, y puntualizó que el canje “Presupuestos por presos” que se le está atribuyendo a su formación “no es la línea que contemplamos”. Si ERC y EH Bildu, además del PNV, apoyaran los Presupuestos, ya sumarían 179 votos, tres por encima de la mayoría absoluta necesaria.

PRESIÓN AL PP

Además, el Gobierno continuará con la presión al Partido Popular para que permita la aprobación de estos PGE aludiendo al interés de país. La opción de que las cuentas públicas entren en vigor gracias a los populares no saldrá de la ecuación hasta el último momento, admiten fuentes consultadas.

En este contexto, desde Génova subrayan que “no hay un papel” sobre la mesa que hable sobre la dirección que tomarán los PGE. “El Gobierno no ha descartado la congelación de pensiones, del sueldo de los funcionarios o subidas de las cotizaciones de los autónomos”, trasladan a Servimedia desde la dirección popular.

Las fuentes del PP consultadas por esta agencia ponen especial énfasis en que el Gobierno “está negociando con EH Bildu incumpliendo su palabra”, algo “intolerable”. Por ende, aseguran que no piensan “aceptar ese trágala” a pesar de la presión que ejerce y seguirá ejerciendo el Ejecutivo sobre el principal partido de la oposición para que se abstenga y facilite así las cuentas públicas.

Además, distintas fuentes populares señalan a esta agencia su desconcierto por la actitud de Cs. “Ellos sabrán”, comentan desde Génova, mientras otros cargos no entienden cómo los de Inés Arrimadas se dejan “utilizar” de esta manera por el Ejecutivo y reflexionan que “hay cosas en la vida que no compensan” si en la ecuación también están los soberanistas.

En La Moncloa sí tienen claro que no hay margen para dialogar con Vox, el tercer partido del Congreso de los Diputados. Por ello, ni siquiera lo han convocado en su ronda de contactos de cara a los PGE al estimar que los de Santiago Abascal directamente se han autoexcluido de este debate.

En el Gobierno y en el PSOE están convencidos de que los Presupuestos saldrán adelante, aunque no se atreven a decir quién les dará el apoyo. Y afirman que con las nuevas cuentas públicas se aseguran la continuidad de la legisltura.

Una legislatura que no ven acabada si no hay PGE pero, en tal caso les llevaría a escrimir el papel de víctima. «Si no hay PGE no será por nosotros, que estamos hablando con todos, serán ellos quienes lo tendrán que explicar», concluyen.

 

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