La nutrigenética permitirá obtener medicamentos con mayores beneficios y menores reacciones adversas, a la vez que facilitará tratamientos individualizados en función del genoma de cada persona.
Esta es una de las conclusiones del desayuno informativo celebrado hoy en la sede de Servimedia en Madrid, en el cual participaron el científico y rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, César Nombela; el experto en nutrición y genética de laboratorios CINFA, Eduardo Zorzano; y la directora técnica y de Calidad del Grupo Cofares, Luz Kewin; y que fue moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa.
«El objetivo de la nutrigenética, que estudia la interacción de los genes con la nutrición, es establecer una dieta personalizada en base al conocimiento genético de cada persona, con el objetivo de mejorar la salud y los hábitos nutricionales», explicó Zorzano.
Entre las aplicaciones prácticas de la nutrigenética, «destacan medicamentos contra diversas enfermedades», como el cáncer o las enfermedades raras, «que irán directos hacia la diana, directos al paciente y que, además, evitarán los efectos secundarios, con lo cual se ganará tiempo, eficacia y seguridad», indicó Kewin.
Nombela señaló que «existen 1.500 patologías que son debidas a un cambio en un gen» y ha añadido que cuando se puedan realizar «pruebas con biomarcadores», se podrá predecir qué medicamentos ofrecerán mejor respuesta a cada paciente.
La directora técnica y de Calidad del Grupo Cofares recordó que «los farmacéuticos ayudarán a la población a aprovechar todos estos avances, al asesorar, facilitar y explicar a los pacientes las novedades que se produzcan en este campo».
«Un avance que probablemente parte de la población desconoce es la relacionada con las células madre del cordón umbilical, y desde las farmacias se informa de ello porque obtenerlas y guardarlas no solo puede ser útil para el niño o su familia, sino también para la población en general», puntualizó Kewin.
Los expertos también subrayaron el papel que la genética puede aportar a favor de los trasplantes de órganos, al permitir estudiar las compatibilidades entre cada persona con los posibles órganos disponibles para trasplantar, lo cual reducirá los casos de rechazo.
«Además», señaló Nombela, «el estudio de la genética también permitirá avanzar en otro territorio en el que tiene mucho que decir, como las terapias regenerativas que, por ejemplo, permitirán recuperar el músculo cardiaco dañado tras un infarto».
Fuente: Servimedia