El director regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa (OMS Europa), Hans Henri P. Kluge, ha advertido de que es «probable» que Ómicron se convierta en la variante dominante en la región europea.
«Vemos que se avecina otra tormenta: Ómicron se está convirtiendo, o ya se ha convertido, en dominante en varios países, entre ellos Dinamarca, Portugal y el Reino Unido, donde su número se duplica cada día y medio o tres días, generando tasas de transmisión nunca vistas hasta ahora», afirma Kluge.
«Dentro de unas semanas, Ómicron dominará en más países de la región, llevando a los sistemas de salud, ya de por sí al límite, a una situación de emergencia», reitera.
Así, desde la OMS se recuerda que la semana pasada, en Europa y Asia central se produjeron 27.000 muertes adicionales por Covid-19 y 2,6 millones de nuevos casos. Las infecciones, que siguen siendo predominantemente de la variante Delta, son ahora un 40 por ciento más altas que en el mismo periodo del año pasado.
Asimismo, aseguran que el gran volumen de nuevas infecciones por Covid-19 podría dar lugar a más hospitalizaciones y a un trastorno generalizado de los sistemas de salud y otros servicios críticos. «Lamentablemente, ya ha provocado hospitalizaciones y muertes», avisan.
Además, tal y como destacan, esta variante puede eludir la inmunidad previa de las personas, por lo que todavía puede infectar a quienes han tenido Covid-19 en el pasado, a quienes no están vacunados y a quienes se vacunaron hace muchos meses.
MÁS PROBABILIDAD DE REINFECCIÓN
De hecho, las personas que se han recuperado de Covid-19 tienen de 3 a 5 veces más probabilidades de volver a infectarse con Ómicron en comparación con Delta.
«Todavía no sabemos si Ómicron causa una enfermedad más grave que la variante Delta. Como nota positiva, las primeras pruebas apoyan la hipótesis de que las vacunas COVID-19 siguen cumpliendo su función y salvando vidas», apunta Kluge, que informa de que, sobre la base de los primeros casos de Ómicron notificados a la OMS Europa, el 89 por ciento de esas personas declararon síntomas comunes de Covid-19: tos, dolor de garganta y fiebre.
Hasta ahora, el virus se ha transmitido sobre todo entre adultos de entre 20 y 30 años, propagándose inicialmente en grandes ciudades y en grupos asociados a reuniones sociales y laborales.
«Por lo tanto, hay tres cosas que debemos hacer urgentemente: protegernos mediante la vacunación, prevenir nuevos contagios y preparar los sistemas sanitarios para un aumento de los casos», ha destacado Kluge.
Así, según el director general de la OMS para Europa, «es vital ampliar la aceptación de la vacuna, ya sea una primera, una segunda o una dosis adicional/de refuerzo, empezando por las personas con riesgo de contraer la Covid-19 grave y los trabajadores sanitarios». «Debemos proteger a los más vulnerables. Y también debemos proteger a nuestro personal sanitario para salvaguardar los sistemas de salud», afirma Kluge.
Por otro lado, recuerda que la vacunación ofrece la mejor protección contra la enfermedad grave y la muerte, y esto va de la mano con otras medidas ya conocidas. «Todos sabemos lo que esto significa: evitar los espacios concurridos, cerrados y confinados; mantener una distancia física con los demás; lavarse las manos con frecuencia; usar una mascarilla; toser o estornudar en un codo doblado o en un pañuelo de papel; y ventilar adecuadamente los espacios interiores», recuerda Kluge.
En esta época del año, en la que hay muchas reuniones sociales, el director de la OMS para Europa ha instado a evaluar el riesgo y el de los demás y a dar prioridad a los eventos más importantes.
«Además, los gobiernos y las autoridades deben preparar nuestros sistemas de respuesta para un aumento significativo», ha declarado. Tal y como añade, las autoridades sanitarias deben reforzar su capacidad: aumentar la capacidad de análisis y rastreo; implicar a la atención primaria en la gestión de los casos; preparar a los hospitales para un aumento de la actividad; y apoyar a los trabajadores sanitarios y de primera línea.
En este sentido, el director de la OMS Europa lamenta cómo la pandemia está afectando a la salud mental de los sanitarios. «Después de dos años, nuestros trabajadores sanitarios están siendo puestos a prueba una vez más. Es muy preocupante que uno de cada cinco sufra ansiedad y depresión por la pandemia. Hay que atender sus preocupaciones y apoyar su necesidad de condiciones de trabajo manejables», señala.
«Este sigue siendo un momento difícil para todos nosotros. Pero ninguna de nuestras herramientas es redundante en Omicron. Todas son tan relevantes como antes, y sabemos qué hacer», concluye Kluge.