La infraestructura y el personal sanitario de Ucrania ya ha sufrido al menos un millar de ataques desde que Rusia lanzó su ofensiva militar en febrero de 2022, una cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no habría registrado antes en ninguna otra emergencia humanitaria y que, para la agencia, demuestra hasta que punto estos incidentes se han convertido en rutina.
En concreto, la OMS ha podido verificar 1.004 ataques, una categoría en la que se incluye cualquier acción física o verbal que implique una injerencia en el correcto desarrollo de la atención sanitaria. Al menos 101 personas han fallecido por estos incidentes, que provocan para la población la restricción de un servicio básico.
El representante de la OMS en Ucrania, Jarno Habicht, ha advertido de que estos ataques implican una violación del Derecho Internacional y acarrean «consecuencias de amplio espectro y a largo plazo» para los civiles. «Amenazan la seguridad y el bienestar de los trabajadores sanitarios y perjudican la asistencia a quienes viven cerca de zonas en conflicto», ha lamentado en un comunicado.
Habicht ha alabado la «dedicación heroica» del personal, que primero durante la pandemia de COVID-19 y ahora en plena guerra se han mantenido en primera línea, «día tras día, salvando vidas». La OMS también ha redoblado su asistencia desde el inicio de la invasión y ya ha llegado a casi nueve millones de personas.