Naciones Unidas ha mostrado su «preocupación» por el traslado de la antigua ‘líder de facto’ de Birmania Aung San Suu Kyi a una prisión en la capital del país, Naipyidó, donde permanece en aislamiento, y ha reiterado su llamamiento a favor de su liberación.
«Puedo decir que estamos muy preocupados por estos últimos acontecimientos, que van contra todo lo que hemos pedido, que es su liberación y la liberación del presidente (Win Myint) y todos los presos políticos», ha manifestado el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric.
«Estamos preocupados por su estado», ha reseñado, un día después de que un portavoz de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021 confirmara el traslado de Suu Kyi, de 76 años y quien se encontraba bajo arresto domiciliario en una ubicación que no había trascendido.
La política birmana fue condenada en abril a cinco años de cárcel por cargos de corrupción y previamente había sido sentenciada a seis años de prisión por incitación, saltarse las restricciones contra la pandemia y violar una ley sobre telecomunicaciones. Asimismo, aún hace frente a cargos por violar la Ley de Secretos Oficiales, fraude electoral y corrupción.
El golpe fue perpetrado por el Ejército para anular los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020, en las que la NLD se hizo con la mayoría parlamentaria, argumentando que había habido fraude, una afirmación cuestionada por observadores internacionales.
La asonada militar se vio seguida por una dura campaña de represión contra opositores, activistas y manifestantes que se ha saldado hasta la fecha con cerca de 2.011 muertos y más de 14.200 detenidos, según datos publicados por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) a través de su cuenta en Twitter.