Lo ha hecho a instancias de un informe presentado por la Fundación Franz Weber en el marco de la campaña `Infancia sin violencia´.
La observación va dirigida expresamente a Portugal, único país con actividad taurina examinado este año por este organismo de la ONU, pero dado que la Convención de los Derechos del Niño pretende garantizarlos globalmente, el pronunciamiento es general para todos los Estados miembros de la ONU.
El Comité se declara expresamente «preocupado» por el impacto que la violencia de esos espectáculos puede tener en el bienestar físico y mental de los niños.
Ante una «eventual prohibición» del acceso de los niños a los eventos de tauromaquia, insta a los estados a tomar las medidas legislativas y administrativas necesarias para «proteger» a los menores.
Entre esas medidas, sugiere subir el mínimo de 12 años para el entrenamiento, incluido en las escuelas y ganaderías privadas, y de 6 años para el acceso a espectáculos como espectadores.
Además, urge a los estados a tomar medidas se sensibilización y de análisis del impacto que tiene en los niños la violencia asociada a la tauromaquia, tanto en su bienestar físico como mental.
La Fundación Franz Weber presentó en marzo de 2013 un informe en el que llamaba la atención del Comité sobre la existencia en Portugal de eventos taurinos donde los niños y niñas presencian actos de violencia, así como escuelas de tauromaquia donde éstos son obligados a participar en dichos actos.
Eso, alegaban, viola las obligaciones para los estados contenidas en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, un tratado de obligado cumplimiento que es, hoy en día, la convención de Derechos Humanos más ratificada en todo el mundo.
La Fundación defiende que la participación de niños en esos eventos supone una evidente violación de su derecho a permanecer protegidos de cualquier tipo de violencia, y así lo han avalado expresamente varios miembros del Comité.
Fuente: Servimedia