La Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, ha valorado la nueva reforma laboral del Gobierno actualmente en trámite advirtiendo que muchas de sus medidas no favorecen la productividad y competitividad de las empresas.
La patronal tecnológica que agrupa a las mayores empresas de tecnología y digitalización en nuestro país considera que algunos aspectos de la llamada “contrarreforma laboral” que está llevando a cabo el Gobierno no responden a las necesidades de un mercado de trabajo moderno y de futuro.
DigitalES ha criticado la eliminación de los topes de cotización, que podrían dar lugar a la introducción de determinadas franjas de cotización que a largo plazo supondrían una barrera para el crecimiento salarial.
Igualmente, ha llamado la atención sobre el hecho de que en la reforma prevista no están contempladas las verdaderas necesidades de actualización de la formación en materias STEM o de adaptación al mercado laboral, claves para que la reforma sea efectiva.
Por otra parte, uno de los aspectos más cuestionados de esta reforma se centra en la inclusión del control horario. Según Alicia Richart, Directora General de la patronal “es uno de los asuntos más preocupantes para el sector que representamos, por los esfuerzos y avances que las empresas que lo conforman han ido dando a la hora de establecer modelos flexibles, para los que se ha puesto a disposición muchas soluciones tecnológicas posibilitadoras”.
Así, la propuesta de “registro horario” obligatoria planteada por el Gobierno colisiona según la patronal con un contexto empresarial en el que, cada vez más:
- Los empleados de numerosos sectores trabajan “por objetivos” –sin control de presencia ni de ausencia–.
- Existe una tendencia creciente al teletrabajo, en donde prima una cultura empresarial de confianza y no de control.
- Se trabaja en equipos internacionales, formados por trabajadores de diferentes países y husos horarios, siendo su flexibilidad y disponibilidad horaria clave.
DigitalES ha destacado que las grandes empresas de nuestro país impulsan la implantación de buenas prácticas que permitan la conciliación familiar, como son el teletrabajo y la flexibilidad horaria. Sin embargo, esa flexibilidad debe pensarse en términos de la naturaleza de las empresas y su actuación en el mercado nacional o mercados extranjeros.
Según Alicia Richart, “una medida unilateral como la de obligar a los empleados a que registren sus horas de “entrada y salida” puede restar eficiencia a las empresas en su actividad internacional e interferir en los niveles de satisfacción laboral de los empleados”.
DigitalES advierte que, de implantarse la obligación del control diario del horario de los trabajadores, se producirá un efecto pernicioso que repercutirá negativamente sobre algunas políticas propuestas por el propio Gobierno (por ejemplo, sobre los programas de conciliación laboral y familiar, frenando una mayor incorporación y promoción femenina en las empresas; o sobre el objetivo del Gobierno de convertir a España en una “nación emprendedora”, ámbito en el que los modelos de trabajo flexibles y de confianza resultan fundamentales).
La patronal tecnológica, cuyas empresas representan el 4% del PIB nacional, aboga por herramientas potentes que faciliten la conciliación entre vida personal y profesional, como las que ya están implantando empresas del sector digital, muchos de cuyos empleados no tienen un espacio de trabajo fijo en sus oficinas, dado el grado de movilidad de muchos de ellos.
Es en este escenario donde el teletrabajo adquiere cada vez más importancia y donde las empresas del sector tecnológico están centrando sus esfuerzos, con el objetivo de mejorar la productividad y la retención del talento. Para Alicia Richart “el teletrabajo beneficia a empresas, trabajadores, clientes y medioambiente, pero no es eficaz si el trabajador no cuenta con el apoyo de las herramientas tecnológicas adecuadas y, más importante aún, una cultura empresarial que promueva la valoración por resultados y no por el control horario o presencia física en la oficina”.
Según la patronal, no se pueden regular todos los sectores económicos y empresariales del mismo modo. No es lo mismo el trabajo en una fábrica, que el del sector digital, el de la enseñanza, el de la medicina, o el del emprendimiento.
DigitalES ha criticado además que el Gobierno no haya incluido a todos los agentes sociales en las negociaciones en marcha, condición sinequanon para que se llegue a un resultado satisfactorio y operativo.