La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, ha advertido de que las amenazas de China «aumentan cada día» y ha reiterado su «fe» en que Estados Unidos acuda en defensa de la isla si Pekín intenta invadirla.
Así lo ha expresado la presidenta en una entrevista con la cadena estadounidense CNN, en la que ha confirmado también por primera vez la presencia de tropas estadounidenses en la isla para prestar apoyo en los entrenamientos de la defensa taiwanesa.
Tsai ha reivindicado la isla como un «faro» de la democracia que cuenta con «23 millones de personas que se esfuerzan todos los días por protegerse» y «asegurar este tipo de libertad» ante las amenazas de Pekín.
Antes esta «amenaza» de China que «aumenta cada día» ha pedido a sus socios regionales que apoyen a Taiwán y ha expresado su «fe» en Washington «dada la larga relación» que mantienen ambos países y por el «apoyo del pueblo estadounidense y el Congreso».
Sobre Estados Unidos, ha precisado que en el país se encuentran parte de sus tropas, si bien ha dicho que no son «tantas como se pensaba», en referencia a informaciones del ‘Wall Street Journal’, que publicó a principios de octubre que varias unidades se llevaban un año entrenando a las fuerzas de la isla.
Hasta ahora, el compromiso de Washington con la defensa de Taiwán ha consistido principalmente en el suministro de armas, y la cuestión de la asistencia militar se dejó deliberadamente abierta en el pasado porque China la consideraría una violación de su principio de «una sola China». No obstante, la Casa Blanca se retractó de estos comentarios.
No obstante, el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió la semana pasada, de forma más clara que sus predecesores, que Estados Unidos defendería a Taiwán en una situación de este tipo, en comentarios que provocaron la ira de China, con cuyo presidente, Xi Jinping, la mandataria de Taiwán estaría dispuesta a «hablar» para «llegar a acuerdos que permitan coexistir pacíficamente».
Pekín considera Taiwán como una provincia más bajo su soberanía y ha asegurado que se controlará la zona incluso mediante el uso de la fuerza en caso de que sea necesario. Además, el Gobierno considera que las autoridades de la isla son separatistas.
Tsai ha advertido recientemente sobre las «consecuencias catastróficas» que podría acarrear que la isla caiga completamente en manos de China, una alerta que deriva de la grave violación de la «paz regional» por parte de Pekín, cuyo Ejército envió cerca de 150 aviones de combate a principios de octubre.
Esto ha sido visto desde Pekín como una demostración de «fuerza», pero a la vez ha recibido duras críticas desde la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos, que está comprometido con la defensa de la isla.