El ratio general de impuestos en relación con el PIB, es decir, la suma de los impuestos y las cotizaciones sociales obligatorias en porcentaje del mismo, se situó en España en 2012 en el 32,5%, siete décimas por encima del ejercicio anterior (31,8%).
La presión fiscal en España se sitúa por debajo de la media tanto de la UE-28 (39,4%) como de la zona euro (40,4%), según datos publicados este lunes por la oficina estadística europea Eurostat.
La carga fiscal varía entre los Estados miembros, que van en el 2012 de menos del 30% del PIB en Lituania (27,2%), Bulgaria y Letonia (ambas el 27,9%), Rumanía y Eslovaquia (ambos 28,3%) e Irlanda (28,7%), a más del 40% del PIB en Dinamarca (48,1%), Bélgica (45,4%), Francia (45,0%), Suecia (44,2%), Finlandia (44,1%), Italia (44,0%) y Austria (43,1%).
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