La producción de hormigón en España descendió un 3,7% en 2022, hasta los 24,94 millones de metros cúbicos, y para este año se prevé otra caída similar o, en el mejor de los casos, un estancamiento de la actividad.
Así lo ha trasladado la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), que no obstante ha destacado que la producción superó el año pasado en un 1% la registrada en 2019, antes de la pandemia.
Los principales factores que contribuyeron a la disminución de la producción de hormigón en el sector de la construcción en el año 2022 fueron el aumento de los costes de los materiales, la inflación, el elevado número de licitaciones desiertas y la incertidumbre económica.
«El impacto de los crecientes costes de los materiales de construcción en los proyectos ha generado una ralentización o paralización en la ejecución de los mismos, porque ha sido necesario llevar a cabo análisis, revisiones y negociaciones para adaptarse a los nuevos precios, y muchas empresas fabricantes de hormigón se han visto obligadas a renunciar a contratos con el fin de no vender a pérdidas», ha explicado el director general de Anefhop, Carlos Peraita.
Para este año existen varios indicadores económicos positivos que se han mantenido en alza, como las altas cifras de licitación, la llegada gradual de fondos europeos al mercado, la recuperación del sector turístico y el consiguiente resurgimiento de los planes de desarrollo, así como el aumento del empleo en la industria de la construcción. Además, los años electorales siempre tienen un efecto dinamizador previo a los comicios.
A pesar de ello, las previsiones de crecimiento del PIB para 2023 se sitúan en torno al 1,6 %, lo que se traduce en cierta ralentización del crecimiento de la economía y, en concreto, en el sector de la construcción puede suponer un decrecimiento mayor. Por ello, desde la patronal señalan que la producción de hormigón estará entre un -3% y un 0% este año.
Por regiones, cinco comunidades autónomas estuvieron por encima de las cifras del año anterior: Castilla- La Mancha, Murcia, Baleares, Cantabria y Andalucía, siendo esta última región la que registró mayor peso por volumen y creció un 5%.
En el otro lado, con fuertes caídas de actividad tanto en el último trimestre de 2022 como en el dato acumulado, se encontró Castilla y León. Las otras dos grandes zonas productoras de hormigón, Cataluña y Madrid, presentaron caídas moderadas del -1,8% y -0,4%, respectivamente.