La producción manufacturera repuntó en noviembre y creció al ritmo más rápido de los últimos tres meses, indicando una mejora sólida y más fuerte de la salud del sector, según el índice PMI de Markit.
Esta expansión ha ido apoyada por los nuevos pedidos, que aumentaron al ritmo más fuerte desde junio, sobre todo en el sector de bienes de capital, que también despuntó en términos de producción.
Siguiendo la tónica de los últimos treinta y un meses, los nuevos pedidos procedentes del extranjero se incrementaron, acelerando el ritmo de expansión por tercer mes consecutivo.
El aumento de los nuevos pedidos repercutió en un incremento de los pedidos pendientes de realización.
Como consecuencia de estas mejoras, las empresas incrementaron sus dotaciones de personal y la actividad de compra a los ritmos más fuertes, debido a las necesidades de producción.
En concreto, el empleo marcó veintitrés meses consecutivos de incrementos, mientras que la actividad se expandió al ritmo más rápido desde junio.
El aumento de las compras impulsó los excedentes de materias primas por primera vez en cuatro meses, al igual que los de productos terminados, poniendo fin a dos meses de caídas.
Los precios pagados disminuyeron por tercer mes consecutivo, lo que a su vez se vincula con unos menores precios de materias primas, en tanto que los plazos de entrega de los proveedores fueron de nuevo ligeramente mayores.
El economista senior de Markit y autor del informe, Andrew Harker, ha explicado que este crecimiento pone fin a una desaceleración prolongada y proporciona cierto optimismo de que el sector será capaz de permanecer en vías de crecimiento a medida que el año llega a su fin.
No obstante, ha añadido, la gran incógnita será si las elecciones generales pueden «dar lugar a una inestabilidad política».
EFECOM