La primera parte de la reforma del sistema público de pensiones ha superado este jueves su primer examen en el Pleno del Congreso tras rechazarse la enmienda de totalidad planteada por el PP.
Así, el PSOE, Unidas Podemos, Esquerra Republicana, el PNV, EH-Bildu, el PDeCAT, Junts, la CUP, Más País-Equo, Nueva Canarias, el PRC y Teruel Existe. A favor de tumbar la reforma han votado PP, Vox, Foro Asturias y Coalición Canaria, mientras que Ciudadanos y UPN se han abstenido.
Durante el debate parlamentario, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha presentado su reforma como una reforma «no de partido ni de Gobierno», sino «una reforma de país», que nace del acuerdo parlamentario del Pacto de Toledo y también con el consenso de los principales sindicatos, patronales y organizaciones de autónomos, «tras una década sin consenso».
ACABA UNA ETAPA DE «INCERTIDUMBRE»
Asimismo, ha defendido la derogación de los dos elementos principales de la reforma del PP de 2013 por suponer «una devaluación sistemática del poder adquisitivo de las pensiones», lo que inició «una etapa definida por la incertidumbre», pero también por la «constatación» por parte incluso del Gobierno del PP «de que esa norma era insostenible».
También ha defendido blindar los ingresos complementarios a la Seguridad Social vía Presupuestos y traspasar gastos impropios que, ha dicho, «no deberían pagarse con cotizaciones». Y es que, con un nivel de cotizaciones «razonablemente alto» y un gasto en pensiones «inferior al de países de nuestro entorno», considera que «las cuentas de la Seguridad Social no deberían arrojar déficit alguno».
«Leer titulares a diario sobre números artificialmente rojos de la Seguridad Social intranquiliza a pensionistas presentes y futuros y no refleja la situación real de las cuentas», ha dicho.
EL PP LE PREGUNTA DÓNDE ESTÁ SU PROMETIDO FACTOR DE EQUIDAD
Frente al ministro, el portavoz del PP ante el Pacto de Toledo, Tomás Cabezón, ha echado en cara que el ministro traiga al Congreso «una reforma a plazos», ya que el prometido mecanismo de equidad intergeneracional, cuya creación anticipa el proyecto del Gobierno, no se incluye en la iniciativa.
Es más, la intención declarada de Escrivá es negociarlo con patronales y sindicatos e introducirlo en el proyecto a través de una enmienda, una fórmula censurada por el PP y que, ha asegurado Cabezón, también ha cuestionado el propio Gobierno en informes internos.
Cabezón ha criticado la derogación de la reforma de 2013 sin una fórmula alternativa y ha anticipado que, realmente, lo que supondrá esta fórmula será un recorte de las pensiones, y que esa es la razón por la que el ala de Unidas Podemos «está permanentemente discutiendo». «Su recorte será peor que la reforma de 2013», ha anticipado.
CASCADA DE CRÍTICAS AL PP, RECORDANDO QUE APOYÓ EL PACTO DE TOLEDO
La nueva reforma de pensiones deroga dos de los aspectos más contestados de aquella reforma de 2013: el índice de revalorización que limitaba las subidas al 0,25% en situaciones de déficit, y el factor de sostenibilidad, que recortaba la cuantía de la pensión en función del aumento de la esperanza de vida.
Dos elementos, ha recordado la portavoz del PSOE en el Pacto de Toledo, Mercé Perea, que el propio PP «enmendó a la totalidad» cuando, para aprobar sus últimos Presupuestos con el PNV, recuperó el IPC y aplazó a 2023 la aplicación del factor de sostenibilidad. «Si a estas alturas no entienden que ese factor no garantiza pensiones dignas, es que no han entendido nada», ha dicho.
«SU ACTITUD FUE EJEMPLAR, ¿POR QUÉ AHORA ESTO?»
«Esperaba muchísimo más de ustedes», ha abundado Iñigo Barandiaran (PNV) que entiende la enmienda como «una rabieta» , ya que su actitud, ha dicho, en el Pacto de Toledo, «fue ejemplar». «Admitieron que era posible reformular el IRP y el FS. ¿Por qué ahora esto?», se ha preguntado.
También ha expresado su «sorpresa» el diputado del PRC, José María Mazón, señalando que el Congreso había alcanzado «un consenso casi histórico» sobre el futuro de las pensiones, mientras que, por Cs, María Muñoz, criticó que el PP proponga «volver a la reforma de 2013», sin alternativa, por lo que ha pedido a la bancada ‘popular’ que «dejen el ‘todo mal'».
«Ustedes no defienden a los pensionistas, defienden a los bancos y a los fondos buitre», ha espetado, por su parte, Isa Franco (Unidas Podemos). Por Más País, su diputado Íñigo Errejón, ha dicho que entiende la propuesta ‘popular’ por su «falta de empatía»: «Si su futuro dependiera del sistema público de pensiones, no votaría recortarlas».