En 2015 acaban todos los contratos de renta antigua de locales comerciales españoles. Algunos comercios ya han renegociado el nuevo alquiler y se quedarán en el lugar de siempre, otros cambiarán de zona, pero los más desafortunados echarán el cierre definitivamente. Muchos de los negocios que hasta el momento tienen renta antigua no son viables si el precio de alquiler se ve incrementado, llegando en algunos casos a multiplicarse por cinco.
El próximo 31 de diciembre se cumple el plazo de 20 años fijado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994 para la desaparición de los contratos comerciales de renta antigua, como se conoce a los alquileres firmados antes del 9 de mayo de 1985. Se caracterizan por tener rentas muy bajas con largos períodos de duración, ya que están sujetos al régimen de forzosa prórroga.
En España se podrían ver afectados unos 75.000 locales entre bares, tiendas y talleres con un factor común, muchos años de historia y leyendas entre sus muros. Además de comercios, muchas familias viven en pisos con este tipo de arrendamientos.