La revolución social y económica del “Big Data” acelera su expansión

Lejos de posibles modas pasajeras, la revolución social y económica del “Big Data” reafirmada en los nuevos tiempos del coronavirus ha llegado para quedarse. La búsqueda de nuevos medicamentos, el establecimiento de predicciones sobre la expansión de la pandemia o la creación de modelos para el rastreo de contagios son algunos ejemplos de aplicaciones derivadas de esta enorme coctelera de datos que es internet, que están siendo activados con ímpetu en la nueva era del coronavirus para usos sociales y sanitarios mediante la tecnología.

Fuera de este ámbito, el confinamiento por la pandemia ha estimulado aún más el comercio electrónico, y el nutrido mar de datos en la red, ese maná de información convertido en el nuevo petróleo del mundo. “Infinitos nuevos indicadores, en bruto, sobre gustos, hábitos, deseos de los consumidores han pasado a formar parte de la red con libre acceso por las empresas para multiplicar exponencialmente su valor a la hora garantizar mejores experiencias de compra a los clientes”, asegura Marc Ginjaume, director general para España y Latam de zeotap, la startup de Inteligencia del Cliente, que acaba de anunciar la obtención de una nueva ronda de financiación de 42 millones de dólares para ayudar a las marcas a mejorar el conocimiento del consumidor, tras un abultado crecimiento de sus ingresos del 431% en 2019.

Más allá del escepticismo de quienes veían más sombras que luces en el “Big Data”, por ejemplo, en temas de privacidad o ciberseguridad, las ventajas de la activación en tiempo real de millones de datos con sofisticados algoritmos y tecnologías de inteligencia artificial para darles una nueva vida más próspera para la sociedad y la economía son ampliamente confirmadas en prácticamente todos los sectores de actividad.

Para facilitar la transformación digital de las empresas, la analítica “inteligente” de datos permite ya a los anunciantes alcanzar niveles máximos de conocimiento del consumidor, con algoritmos que mejoran ilimitadamente la experiencia de compra del usuario, mediante mensajes hiperpersonalizados en función de necesidades y deseos particulares en cada momento.

Los retos en el ecosistema publicitario son inmensos, dado el complejo y fragmentado entorno de múltiples dispositivos y canales en internet, que complica la trazabilidad e identificación de los clientes, y que requiere soluciones frente al próximo desenlace de las “cookies” de terceros que hasta ahora han sido la base principal de las marcas para seguir la huella del internauta pero que ya tienen fecha de caducidad.

Actualmente, existen plataformas comerciales en internet que ofrecen recomendaciones al cliente a partir de sus búsquedas o adquisiciones previas, pero su éxito está muy limitado, porque el seguimiento de sus acciones no implica conocerlo realmente, ni poder adelantarse a sus gustos o próximas necesidades.

Así, el hecho de que un usuario haya buscado un vehículo en internet no significa que siga interesado en ello, porque podría haber comprado ya lo que quería. En ese caso, el envío de publicidad sobre automóviles a dicho usuario que ha dejado de estar interesado no sería más que una pérdida de dinero para el anunciante, e incluso una experiencia molesta para el destinatario que no quiere recibir ya ese tipo de información, sino otra muy distinta ya en ese momento.

“Conocer al consumidor en profundidad como el tendero local de antaño, es clave para el éxito publicitario”, afirma el directivo de zeotap, cuya plataforma de inteligencia del cliente afronta dicho reto mediante soluciones de analítica inteligente de datos que garantizan a las marcas el mayor el éxito en sus relaciones con los clientes, gracias a la capacidad de ofrecer una visión en 360 grados basado en datos reales y verificados.

Precisamente gracias a la ronda de financiación que acaba de obtener, la compañía redoblará esfuerzos, destinados, entre otros, para el reciente proyecto conjunto ID+, de creación de un ID o identificador universal, al que zeotap ha invitado a sumarse al mayor número de empresas del sector para dar solución a la multitud de identificadores actuales de usuario por uno solo con el que llegar las marcas fácilmente al consumidor de forma omnicanal.