La empresa de tecnología sanitaria WingGuard, con sede en Colonia, Alemania, presenta una nueva generación de mascarillas. Están fabricadas mediante la tecnología patentada Livinguard y se pueden adquirir en wingguard.es
La pandemia del coronavirus ha dejado la economía mundial paralizada durante meses. Pero también ha tenido un efecto positivo: empresas de todo el mundo están invirtiendo su conocimiento y sus recursos humanos para desarrollar nuevas tecnologías que nos ayuden a superar la crisis.
La empresa tecnológica suiza Livinguard ha logrado un gran avance: una mascarilla antiviral y antibacteriana. La mascarilla antivirus Pro, que se pueden comprar en la tienda online de WingGuard, está tratada con un método patentado que recubre su superficie de policationes. Este revestimiento tiene una carga eléctrica positiva. En cambio, la envoltura de los virus tiene una carga negativa. Al entrar en contacto con la superficie del tejido, la envoltura vírica se destruye y se abre, por lo que el virus ya no puede infectar. De este modo, la mascarilla se va desinfectando constantemente, lo que reduce de manera drástica el riesgo de que los patógenos se transmitan de la mascarilla a otras superficies.
Estudios recientes de la universidad RWTH Aachen y la Universidad Libre de Berlín han demostrado que el tejido Livinguard elimina eficazmente el 99,9% del SARS-CoV-2. En cambio, el coronavirus puede sobrevivir hasta varios días en la superficie de las mascarillas convencionales y causar infecciones. Por este motivo, el uso de la mascarilla antivirus Pro es mucho más seguro.
Además, la mascarilla antivirus Pro se puede reutilizar más de 200 días, por lo que es sostenible y acaba saliendo más asequible que las mascarillas desechables. Está pensada principalmente para el uso cotidiano, pero también se puede utilizar para estar protegido en el trabajo o en el colegio. La mascarilla es adecuada para niños a partir de 8 años.