Con China como telón de fondo pero sin un motivo concreto que explique lo sucedido hoy, las pantallas se han vuelto a teñir de rojo. Las bolsas europeas han perdido un -3,5% de media, evidenciando que el rebote de ayer fue un mero espejismo y dejando al sector energético y bancario como los más castigados.
La búsqueda de refugio ha provocado importantes movimientos en todas las clases de activo. Los inversores han vendido acciones para comprar oro, bonos y divisas solventes. El oro es de los pocos activos que ha subido en lo que llevamos de año (+3,5%) y el bono alemán ha batido un record al situar su rentabilidad anual en el 0,41%. Así pues, la prima de riesgo española se ha incrementado hasta los 137 puntos básicos.
Lo más seguro es que sigamos mucha viendo volatilidad hasta que el mercado se haga una idea más exacta de los efectos del aterrizaje de la economía china. Por el momento, las consecuencias de las peores perspectivas sobre el país asiático son diversas pero se podrían resumir en tres: caída de sus bolsas (y contagio al resto de plazas mundiales), devaluación de su divisa (afectando a los ingresos de empresas que exportan allí) y desplome de las materias primas (con el consiguiente perjuicio para compañías ligadas a estas y para los países productores).
El petróleo sigue en caída libre y cotiza en niveles mínimos de 12 años. El Barril Brent se encuentra cerca de perder los 27 dólares por barril tras caer un -4% hoy.
El Ibex ha perdido un -3,20% que le dejan en los 8.281 puntos, por lo que el descenso acumulado en el año ya es del -13%. Además del desplome del -5,6% en Repsol y del -8,5% en Arcelormittal, destaca el retroceso del -4,8% en Santander. Ni uno de los 35 valores del selectivo ha esquivado las pérdidas, siendo Sabadell (-0,7%) y FCC (-0,9%) lo `mejor´ parados.
De la caída tampoco se ha librado la bolsa estadounidense, que caía un -2,5% cuando Europa ha cerrado. Cabe destacar el desplome del -7% en Netflix y la presentación de resultados de Goldman Sachs, que ha batido expectativas gracias en parte a sus menores costes legales y a la buena evolución de su división de asesoramiento en fusiones y adquisiciones.
Uno de los datos negativos de hoy ha sido la publicación del IPC en EE.UU., que muestra cómo la inflación está creciendo menos de lo esperado. En diciembre avanzó solo un 0,7% interanual, por lo que algunos se preguntan si la Fed se precipitó al subir tipos. Mañana tendremos reunión de tipos del BCE, en la que se espera que Draghi muestre su preocupación por el efecto del precio del crudo en la inflación pero en la que no se prevé que se anuncien medidas adicionales.
Felipe López-Gálvez, Selfbank