La Seguridad Social registró un déficit de 740 millones de euros en los nueve primeros meses del año, tras ingresar en este periodo 104.395 millones de euros, un 8,6% más que el año pasado, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
El Departamento que dirige José Luis Escrivá ha destacado que el déficit del sistema se está reduciendo por el buen comportamiento de los ingresos por cotizaciones sociales, cuyo aumento interanual supera en 2,1 puntos el del gasto en pensiones.
El saldo de la Seguridad Social procede de la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 135.089 millones de euros, con un aumento del 7,6%, y unas obligaciones reconocidas de 135.829 millones, un 4,4% más que hace un año.
En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanza los 133.628 millones de euros, con un incremento del 8,8% respecto al ejercicio anterior. En cuanto a los ingresos no financieros, entre enero y septiembre, las cotizaciones sociales ascendieron a 104.395 millones de euros, un 8,6% más que en 2021.
La Seguridad Social ha explicado que esta mejoría responde a la evolución de los ingresos por cotizaciones de ocupados, que suben un 9,7%, hasta los 98.164 millones de euros.
Además, las cotizaciones de desempleados se cifran en 6.230 millones de euros, un 7,3% como consecuencia del descenso del número de estos. Las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascienden a 29.720 millones de euros, un 4% interanual más.
De este monto, la partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y organismos autónomos, con un total de 26.123 millones, un 5,5% más.
Este incremento tiene su origen, fundamentalmente, en las transferencias recibidas del Estado para el cumplimiento de la Recomendación primera del Pacto de Toledo 2020, con 852 millones de euros más.
AUMENTA EL GASTO EN PENSIONES
Por el lado del gasto, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron 127.425 millones, un 4,7% más que en el mismo periodo de 2021. Esto supone un 93,8% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social. La mayor partida, 117.199 millones de euros, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un aumento de un 4,5%.
El gasto en pensiones (incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) se incrementa un 6,5%, hasta los 103.466 millones de euros, debido al aumento del número de pensionistas (0,8%), a la elevación de la pensión media (5,4%), así como a la revalorización general del 2,5% para las pensiones contributivas en cumplimiento de la nueva ley.
También se incrementan los subsidios de incapacidad temporal, con un gasto total de 10.136 millones de euros, un 9,5% más que el año anterior.
Las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad se incrementan interanualmente el 12,3%, hasta los 2.844 millones.
Las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, alcanzan los 10.226 millones de euros, un 6,8% más que en el mismo periodo del año pasado. El incremento está motivado por la revalorización general del 3% para pensiones mínimas y no contributivas.
De esos 10.226 millones, se destina a pensiones no contributivas y complementos por mínimos 6.915 millones, un 3,9% más, mientras que a subsidios y otras prestaciones se dedicaron 3.311 millones, de los cuales 3.119 millones de euros corresponden a Ingreso Mínimo Vital (IMV) y prestaciones familiares, un 13,6 % más respecto del año anterior, como consecuencia del incremento transitorio del 15% del importe del IMV que se aplica desde el mes de abril.