La selección española de fútbol sala comenzó con buenas sensaciones el Mundial que se está disputando a Lituania tras derrotar con contundencia este martes por 0-4 a Paraguay, su teórico principal rival en su primer grupo y al que desarboló con menos problemas de los esperados.
El habitual complejo debut en un gran torneo lo solventó España con mucha solvencia y sin pasar demasiadas complicaciones pese a la amenaza que suponía el combinado sudamericano, dispuesto a poner dificultades en busca de la sorpresa, pero que acabó siendo la primera víctima en el Klaipeda Arena de la doble campeona mundial, que sólo ofreció alguna duda al inicio.
A España le costó arrancar en su vuelta cinco años después a una Copa del Mundo que se debía de haber jugado el año pasado. Pese a contar con muchos debutantes en una gran cita internacional, entre ellos el seleccionador Fede Vidal, tiró de su firmeza defensiva para cogerle el pulso al partido.
Poco a poco, la heptacampeona de Europa se fue haciendo con el mando del partido y el 0-1 terminó de calmarla. Rompió la presión paraguaya con un balón largo a Solano, que la aguantó bien el pivote para conectar con la llegada de Raúl Campos y aparecer de nuevo en el centro del área para sacar el recurso del tacón y empujar a la red el lanzamiento del mostoleño.
Paraguay no varió demasiado su planteamiento y no se lanzó sin miramientos hacia la portería de Jesús Herrero. España continuó teniendo las mejores ocasiones, sobre todo una de Carlos Ortiz que no acertó a empujar con la cabeza un rechace de Gabriel Giménez, pero el tramo final fue más equilibrado.
Sin embargo, los de Fede Vidal sacaron partido a una de sus armas, la estrategia, y Adolfo, de volea y con colaboración del portero rival, hizo el 0-2 a segundos del descanso. El jugador del Barça aún tuvo tiempo de asustar tras un error en la salida de balón del guardameta de la albirroja.
Con el marcador a favor, la selección controló bien los intentos de Paraguay de volver a meterse en el partido y sentenció antes de que esto pudiese suceder. Adolfo avisó con un potente disparo que se estrelló en el larguero y poco después Raúl Gómez, con otro duro ‘latigazo’ escorado’, encontró la escuadra ante un sorprendido Giménez.
Este tercer tanto ya hizo mucho daño a los paraguayos, que no encontraron la forma de volver a meterse en el partido. España manejó el resto del choque con comodidad, pero únicamente cerró su goleada en el minuto final por medio de Raúl Campos. El viernes (17.00 horas), segundo duelo ante Japón en busca de asegurar los octavos de final.