La startup española GeoCENmap ha desarrollado una innovadora tecnología basada en el uso del campo eléctrico natural (CEN) para prevenir y reducir la contaminación del suelo, permitiendo así realizar investigaciones sobre el estado del suelo sin realizar sondeos en el terreno, informó la compañía.
Esta tecnología desarrollada por GeoCENMap, que ya colabora con compañías privadas como Exolum, Endesa o Cepsa, con quién ya ha cerrado un acuerdo de colaboración preferente, facilita así reducir de forma considerable los plazos de estudio, de seis meses a una semana, así como los costes asociados a solo un 25-30% del coste de una investigación tradicional.
La compañía destacó que los resultados obtenidos en los análisis se muestran en los denominados ‘Mapas CEN’, que permiten diferenciar mediante variación cromática las zonas con mayor probabilidad de contaminación y su grado de afección. De la misma forma, la tecnología de GeoCENmap utiliza la inteligencia artificial para facilitar la evaluación rigurosa y completa de los datos obtenidos.
Esta tecnología resulta muy útil como herramienta de prevención medioambiental en múltiples sectores de actividad, como el del transporte aéreo, marítimo, industrias o estaciones de servicio.
El grupo ya está inmersa en un plan de comunicación de la tecnología a las administraciones publicas, habiendo expuesto ya la misma a las de Andalucía, Baleares, Cataluña o Castilla-La Mancha.
«Creemos firmemente que esta tecnología puede revolucionar y mejorar muy significativamente el control de la contaminación del suelo, potenciando la sostenibilidad de todos los sectores de actividad. Por este motivo, aspiramos a que esta tecnología sea homologada y su uso se estandarice por las administraciones públicas», afirmó el CEO de GeoCENmap, Jose Marti.
Asimismo, destacó que todas las organizaciones implicadas en la investigación y remediación de los suelos «pueden hacer uso de esta innovación, reduciendo tiempo y costes, por lo que resulta muy útil para consultoras, compañías de ingeniería, o las propias administraciones públicas que deben examinar la no contaminación de los suelos para la concesión de múltiples permisos».