La tasa de paro de la eurozona se situó el pasado mes de abril en el 6,4%, una décima menos que en marzo y mínimo de toda la serie histórica, mientras que en el conjunto de la Unión Europea el desempleo se mantuvo estable en el 6%, repitiendo así su mínimo de siempre, según los datos publicados por Eurostat, que muestran, además, que el número de desempleados en la zona euro bajó por primera vez de los 11 millones.
De este modo, la lectura de marzo de la tasa de desempleo de la eurozona se ha situado un punto porcentual por debajo del nivel previo a la pandemia, ya que en febrero de 2020 el desempleo entre los países del euro era del 7,4%.
La oficina estadística europea calcula que 13,149 millones de personas carecían de empleo en la UE en el cuarto mes de 2024, de los que 10,998 millones se encontraban en la zona euro, lo que supone el menor número de desempleados en la región del euro de toda la serie histórica, muy por debajo del récord de 19,76 millones de parados en abril de 2013.
Esto supone un descenso mensual de 103.000 desempleados en la UE y de 100.000 en la zona euro, mientras que en comparación con abril de 2023, el desempleo creció en 95.000 personas en la UE, pero bajó en 101.000 personas en la zona euro.
Entre los Veintisiete, las mayores tasas de paro correspondieron a España, con un 11,7%; Grecia, con un 10,8%; y Suecia, con un 8,4%. Por el contrario, las menores cifras de desempleo se observaron en Chequia, con 2,7%; Polonia, con 3%; y Malta, con 3,1%.
En el caso de los menores de 25 años, la tasa de paro de la zona euro se situó en abril en el 14,1%, dos décimas menos que el mes anterior, mientras que en el conjunto de la UE fue del 14,4%, tres décimas menos.
En términos absolutos, el número de jóvenes desempleados en la UE alcanzó en el tercer mes del año los 2,83 millones de personas, de los que 2,27 millones correspondían a la eurozona.
En el caso de España, en abril de 2024 se contabilizaron 2,845 millones de personas sin empleo, de las cuales 469.000 eran menores de 25 años.
De esta forma, la tasa de paro de juvenil de España fue del 26,5%, la más alta entre los Veintisiete, por delante del 24,2% de Suecia y del 22,6% de Grecia.