Los ministros de Pesca de la Unión Europea han alcanzado este martes un acuerdo sobre las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2022, que incluye una disminución del 8% en las capturas de merluza sur en el caladero nacional, así como el recorte del 6% en los días de pesca para la flota de arrastre en el Mediterráneo, reglamento que España ha rechazado.
El pacto para el reparto de cuotas pesqueras se ha demorado hasta las 9.00 horas de este martes, tras casi 24 horas de debate en un Consejo de Pesca que comenzó formalmente el pasado domingo. El acuerdo para el océano Atlántico ha salido adelante por unanimidad, mientras que el relativo al mar Mediterráneo por mayoría simple ante la negativa de España, que ha optado por mandar un mensaje político ante lo que considera un planteamiento mecánico de la UE.
En rueda de prensa tras el Consejo de Pesca, el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, ha calificado de «buen resultado» el reparto en los caladeros del Cantábrico y el Atlántico, pero no ha escondido su falta de satisfacción con respecto a la situación en el Mediterráneo, donde ha defendido el golpe sobre la mesa de España.
Finalmente el acuerdo alcanzado a Veintisiete contempla un recorte del 8% en las capturas de merluza sur en el Cantábrico y entre Finisterre y el golfo de Cádiz, lo que supone el tercer año de reducción en una de las especies de más interés para la flota española.
Con todo, Planas ha destacado que España ha logrado aliviar la rebaja que proponía inicialmente la Comisión Europea del 18,5%. «Teniendo en cuenta la cantidad y los intercambios que podemos realizar con Francia y Portugal, podemos decir que las necesidades de nuestra flota están satisfechas», ha valorado el ministro, si bien ha reclamado actualizar los estudios científicos para poder revertir la tendencia a la baja de los últimos años.
Otra especie de interés para la flota española en el Atlántico como el lenguado de caladero nacional sufrirá también una disminución del 5%, mientras que la cuota para el abadejo se mantiene con respecto al año pasado.
En el caso del jurel que se pesca en aguas ibéricas, la cuota aumenta un 11,6% para 2022 en línea con la rendimiento máximo sostenible después de que en las conversaciones entre los Estados miembros se haya revertido el recorte del 16% planteado en un primer momento por Bruselas.
Con respecto a la cigala, la rebaja planteada para la captura en el golfo de Cádiz se queda en un 5% frente al 16% de reducción que proponía el documento base de la Comisión, algo que ha subrayado el ministro. También se abrirán zonas en el Cantábrico pero solo para hacer seguimiento científico de las poblaciones.
RECHAZA EL ACUERDO DEL MEDITERRÁNEO
El otro gran foco de España en las negociaciones era el acuerdo sobre días de esfuerzo para la pesca de arrastre en el Mediterráneo. Finalmente esta parte se ha saldado con una reducción del 6% de los días que se puede salir a faenar, que ha contado con la oposición de España.
«Sobre el reglamento mediterráneo la conclusión no es tan positiva, razón por la cual no la hemos podido apoyar», ha señalado Planas, quien ha pedido a Bruselas que acometa un estudio para examinar la aplicación del reglamento que data de 2019 y para estudiar el impacto económico y social de estas medidas.
El titular de Agricultura y Pesca justifica la medida sin precedentes en la falta de escucha de Bruselas y su actitud mecánica a la hora de garantizar la sostenibilidad ambiental, sin tener en cuenta la petición de España para estudiar medidas complementarias como la veda y la selectividad para mejorar los stocks sin reducir los días de actividad del sector.
«Estamos convencidos de que la selectividad es el mejor camino para recuperar las poblaciones del Mediterráneo con un menor impacto en la viabilidad de las empresas pesqueras, siendo lo más sostenible desde el punto económico y social», ha explicado. «Si no era cero la reducción, pedíamos que se compensara con la vía de la selectividad y esto nos ha llevado a no apoyar este reglamento», ha zanjado.