La Unión Europea y Estados Unidos han comenzado a trabajar este miércoles en el primer código de conducta voluntario sobre inteligencia artificial para abordar las preocupaciones que comparten la industria, las ONG y los expertos en tecnología sobre la irrupción de esta tecnología revolucionaria.
Este ha sido uno de los principales resultados de la reunión ministerial que representantes de ambos socios internacionales han mantenido este miércoles en la ciudad sueca de Lulea, y en la que han participado el vicepresidente económico y comisario europeo de comercio, Valdis Dombrovskis; la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager; el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken; la secretaria de Comercio de Estados Unidos Gina Raimondo, y la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.
La comisaria Vestager ha reconocido en declaraciones a los medios que «esto es más grande que Europa y Estados Unidos», por lo que ha animado a ambos actores a «tomar la iniciativa» para impulsar una normativa que ayude a todos a sentirse «más cómodos con el hecho de que la inteligencia artificial ya esté en el mundo y se desarrolle a una velocidad asombrosa».
«Estamos trabajando en un código de conducta momentáneo que pueda aplicarse desde ya y se anticipe al avance de la inteligencia artificial y que puede llegar en las próximas semanas», ha indicado, antes de apostillar que «la democracia debe demostrar ser tan rápida como la tecnología», consciente de que «las primeras legislaciones al respecto no llegarán, en el mejor de los casos, hasta dentro de tres años».
Una convicción compartida por Blinken, quien ha hecho hincapié en el «desfase» que existe entre la aparición de nuevas tecnologías y el tiempo que tardan los gobiernos y las instituciones en averiguar cómo legislar sobre ellas o regularlas: «Sentimos la feroz urgencia de hacerlo ahora, sobre todo, para que podamos mitigar algunos de los posibles inconvenientes y amplificar las ventajas de esta extraordinaria tecnología».
Durante el que ya es el cuarto Consejo de Comercio y Tecnología entre la UE y Estados Unidos, sendos representantes han suscrito también las normas del Sistema de Carga de Megavatios para camiones eléctricos que, según ha apuntado Dombrovskis en redes sociales, «puede allanar el camino hacia una norma mundial abierta y no patentada para descarbonizar el transporte en todo el mundo».
Además, se han comprometido a aumentar aún más su comercio bilateral, valorado en 1.500 millones de euros, con acuerdos para facilitar los intercambios comerciales en sectores clave, como la ampliación del reconocimiento mutuo de productos farmacéuticos para incluir los medicamentos veterinarios y actualizado las normas de reconocimiento mutuo de equipos marinos.
También han avanzado en el trabajo sobre semiconductores, aplicando acuerdos sobre alerta rápida en la cadena de suministro y transparencia en las subvenciones y han puesto en marcha un mecanismo para evitar las carreras de subsidios.
Como parte de su compromiso con un comercio más ecológico y justo, la UE y Estados Unidos han acordado, asimismo, un programa de trabajo para la Iniciativa Transatlántica de Comercio Sostenible para impulsar conjuntamente la transición ecológica.