La venta centralizada o el mejor ‘gol’ del fútbol español

La venta centralizada de derechos y el control de gastos llevan a la estabilidad económica de la mejor competición del fútbol español

El fútbol profesional está cambiando en España, al menos a nivel económico; la calidad deportiva se da por supuesta, igual que el valor a los solados, pero ya no se busca solo ser el mejor en el terreno de juego, ahora lo importante es encontrar la estabilidad financiera y económica –unos valores que repercutirán en el otro terreno-.

Es este el sentido por el que el 30 de abril de 2015 emanaba del poder legislativo el Real Decreto-ley 5/2015, o lo que es lo mismo una serie de medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional.

Primer aniversario

Se ha cumplido hace días el primer aniversario del nacimiento de la nueva normativa y, aún sin haberse puesto en marcha, ya se notan sus beneficios. Durante la celebración de la temporada 2014-2015 de la Liga BBVA y la Liga Adelante, los ingresos por comercialización aumentaron un 29,2%, al compararse con la edición anterior, pasando desde los 392 millones de euros de la más antigua a los 506,3 millones de la primera.

Esta situación, explican desde La LFP (Liga de Fútbol Profesional) se basa en “el reposicionamiento de los patrocinadores de los equipos, anticipándose al inminente cambio de modelo de comercialización de los derechos de televisión”.

Los beneficios del cambio

De hecho, los ingresos por comercialización superarían para este periodo de tiempo, por primera vez, a aquellos que proceden de los traspasos, registrando cifras que superan los 500 millones de euros en el primero de los casos y los 348 en el segundo.

Con todo ello, el total se lanza hasta los 2.651,6 millones de euros para la temporada 2014-2015, por lo que supera los 2.328,1 millones de la edición anterior o los 2.097 millones de la 2011-2012. Por lo que la evolución positiva ha sido progresiva.

En lo que se refiere a la venta de derechos, la presente edición de la competición ha generado 1.260 millones de euros en venta de derechos –viene de los 854,5 millones de la anterior-. Para el año que viene, las cifras se lanzarán hasta los 1.400 millones.

La encrucijada de la Premier

Pero ¿Por qué se decidió pasar a este nuevo modelo en la venta de estos derechos? Parte de la respuesta a esta cuestión se encuentra en la Premier League. De hecho, el estilo utilizado durante estos años por la competición inglesa es al que quiere acercarse la competición doméstica.

Adolfo Bara, Director de Marketing, Patrocinio y Venta de la Competición, admitía el pasado mes de febrero, durante la presentación de La Liga BBVA Experience lo siguiente sobre el producto inglés: “ellos se encargan conjuntamente de cuidar el producto y de tener la relación directa con las televisiones. La venta centralizada hace que se venda más caro el paquete que por separado”.

“Desde 2002 se tiene claro que vendiendo colectivamente los derechos de televisión se va a ganar más dinero. El problema es que nunca se han puesto de acuerdo, ya que los clubes no se han puesto de acuerdo. Con el Real Decreto el Gobierno entró a regular como se hacía la venta centralizada y como se repartían los ingresos. Llevamos 12 años perdiendo dinero por no vendernos a través de la venta centralizada”, continuaba Bara sobre esta cuestión.

Volviendo al mes de mayo, Javier Tebas, presidente de La Liga, está completamente de acuerdo sobre esta cuestión: “nos encontramos ante lo que llamo, la encrucijada de la Premier. Hay que recordar que allí se ingresan 2.500 millones de euros más que en el fútbol español –de hecho, hay 10 millones de abonados más al pago-“, ha aclarado durante la presentación del citado informe económica

“Esta situación es peligrosa”, continuaba el directivo, para confirmar que “al tener un mayor nivel de ingresos, el poder para atraer el talento es superior y este puede irse de la liga española”.

Los principales beneficiarios de la entrada en vigor de la nueva normativa serán los propios clubes.

En beneficio de los clubes

Los principales beneficiarios de la entrada en vigor de la nueva normativa serán los propios clubes. Para la temporada 2016-2017, los equipos se embolsarán, como mínimo, una cifra cercana a los 40 millones de euros. Mientras tanto, este año la situación es muy diferente: 17 millones de euros.

Otro de los puntos fuertes, que aportan estabilidad al conjunto de la competición es el punto que obliga a retirar el tres por ciento de los recursos que se embolsa cada entidad, para ayudar a aquellos que pierdan la categoría. “Necesitamos que la segunda división también sea fuerte”, afirmaba Tebas.

De hecho, la segunda división también va a crecer. Se prevé que la comercialización de los derechos audiovisuales de manera conjunta aportará 140 millones de euros para el año que viene.

El fútbol profesional aporta 876,1 millones de euros a las arcas públicas del Estado al año

Control de gasto

Otro eje de la nueva estrategia que La Liga ha puesto en marcha, en aras de lograr una mayor competitividad y eficacia es el hecho de ejercer un control del gasto sobre los clubes. Un factor que ha llevado a reducir la deuda de las entidades deportivas con la Agencia Tributaria (AEAT) a 278,3 millones de euros, y 9,8 millones más si se cuentan las haciendas forales.

Con todo, el fútbol aporta ya 876,1 millones de euros a las arcas públicas en concepto de impuestos societarios e impuestos de trabajadores. Datos que junto a los 69.200 puestos de trabajo que se generan, dan cuenta de la importancia que tienen para el sistema, tanto la primera como la segunda división del fútbol español.

“Hay que darse cuenta de la industria que se genera alrededor”, espetaba Tebas durante la presentación, para añadir que “no hay ningún producto capaz de acaparar la atención de entre seis y ocho millones de espectadores en todo el mundo durante 10 meses”.

Las cartas están en juego, el fútbol nacional se juega la cara frente al competitivo mundo anglosajón. Sin embargo, la dirección que se ha tomado es la buena y “los presidentes están dejando a un lado las diferencias para remar en una misma dirección” –como aclaran desde la competición-. España busca ser “la NBA del fútbol y no la ACB”.