Las acciones del fabricante de baterías alemán Varta se han desplomado más de un 80% desde los primeros instantes de la negociación bursátil de este lunes, hasta los 2,2 euros por título, después de que la compañía asumiera en un comunicado que las operaciones de reestructuración de capital para evitar la insolvencia dejarán a los inversores sin nada.
«Los acreedores de Varta solo estarían dispuestos a dar este paso (quita de capital) en este momento si se lleva a cabo una reducción de capital a cero y se inyecta el capital nuevo necesario para la reestructuración», ha admitido la firma en un documento publicado este lunes.
Esta futura operación también incluye la participación de los acreedores financieros e inversores en el proceso de reestructuración para cubrir lo que actualmente, estima Varta, será «una alta necesidad de financiación de dos dígitos en millones de euros».
La propuesta de los acreedores del grupo contempla la exclusión de la compañía de la Bolsa de Valores de Frankfurt. Además, se propone que los accionistas existentes no reciban ninguna compensación, a excepción del accionista mayoritario, Michael Tojner, con quien la empresa se encuentra en «negociaciones constructivas».
De hecho, posibles nuevos inversores, entre ellos Tojner y el fabricante de automóviles de lujo Porsche terminarían inyectando capital en la compañía, según admite Varta, en uno de los escenarios de reestructuración que se contempla.
Este lunes Varta ha decidido notificar a un tribunal local de Stuttgart (Alemania) el proyecto de reestructuración de acuerdo con la ley de estabilización y reestructuración corporativa del país centroeuropeo, añadiendo que sin tal medida la empresa tendría que haber incurrido en pérdidas que podrían haber llegado a consumir su capital social.
«Estamos convencidos de que nuestro concepto de reestructuración creará una base sólida para la estabilidad y las perspectivas futuras de Varta», ha afirmado el consejero delegado (CEO) del fabricante de baterías, Michael Ostermann.
REESTRUCTURACIÓN FALLIDA
Hasta ahora, Varta había admitido que su propio proyecto de reestructuración ya no es suficiente para volver a un crecimiento rentable a finales de 2026, como estaba previsto.
La alemana llegó en abril a un acuerdo con los bancos para modificar los términos del préstamo otorgado para mantener su financiación después de que incumpliera las condiciones del contrato a finales de 2023.
Sin embargo, la empresa no ha logrado recuperar parte del negocio perdido durante los últimos años en mercados clave para la compañía.
De hecho, en febrero Varta sufrió un ciberataque que le obligó a interrumpir su producción y posponer la publicación de sus resultados.
PORSCHE VALORA EL RESCATE
A principios de mes, Varta admitió estar en conversaciones con el fabricante de vehículos Porsche sobre una posible inversión que podría terminar con la marca de lujo como propietario mayoritario del negocio V4Drive de Varta a través de un eventual aumento de capital.
Porsche y Varta anunciaron entonces una alianza a través de la filial de movilidad eléctrica, que produce células de iones de litio que pueden usarse en vehículos eléctricos.
Esta filial de baterías de coches eléctricos de Varta pretendía abrir nuevas oportunidades de negocio en electromovilidad para la empresa.
Y desde hace tiempo se especulaba que Porsche sería el primer cliente interesado en hacerse con el negocio de baterías de BEV de Varta.
Porsche, de su lado, quiere establecer su propia producción de células de batería con socios.
Según informes anteriores consultados por DPA, el fabricante de vehículos deportivos y todoterreno planea establecer una producción con una capacidad anual de células de diez a 20 gigavatios hora en los próximos años.
Esto sería suficiente para 200.000 coches con una capacidad de batería de 100 kilovatios hora. Porsche vendió unos 320.000 vehículos en 2023, pero la mayoría siguen siendo de motor de combustión. El fabricante vehículos de alta gama también quiere colaborar con PowerCo, la empresa de baterías de su matriz Volkswagen.
