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Las aseguradoras han pagado 49.600 millones de euros por accidentes de tráfico en 20 años

Unas 200.000 personas han sido indemnizadas por el fallecimiento de algún familiar

El sector asegurador ha pagado 49.600 millones de euros a víctimas de accidentes de tráfico desde la creación del baremo de automóviles hace 20 años. Esta es una de las conclusiones que arroja la Memoria Social del Seguro 2014, que ha presentado este martes la presidenta de UNESPA, Pilar González de Frutos, quien ha destacado que 41.000 millones se dedicaron exclusivamente a los beneficiarios del seguro y los 8.600 restantes a los costes de asistencia sanitaria.

El seguro ha atendido en este periodo a 9,2 millones de personas, siendo el principal colectivo, que representa un 36,6 por ciento de los casos, aquellos que sufrieron secuelas permanentes a raíz de un siniestro. Así, 6.500 personas padecieron lesiones muy graves, con más de un 75 por ciento de discapacidad, y recibieron 1.451 millones de euros, unos 223.000 euros por persona.

A estos le siguen quienes, pese a no padecer secuelas, tuvieron que pasar un tiempo de baja hasta recuperarse (32,3 por ciento). Por su parte, un 29 por ciento solo requirió asistencia sanitaria sin ver interrumpida su actividad cotidiana y el 2 por ciento restante lo constituyeron las personas que perdieron a un familiar en un accidente de circulación.

En este sentido, a raíz del fallecimiento de un ser querido, de los cerca de 200.000 indemnizados, unos 110.000 lo fueron por ser hijos del difunto. De estos, 23.000 eran menores de edad. Entre tanto, 64.415 fueron indemnizados por ser padres de la persona fallecida, 29.333 por ser cónyuges, 20.613 por ser hermanos y 991 por ser abuelos.

Los mayores índices de siniestralidad

De entre los lesionados graves por accidentes de tráfico, el 46 por ciento de los afectados viajaba en turismos y un 20 por ciento en vehículos de otro tipo (furgonetas, camiones, autobuses). Además, un cuatro por ciento se desplazaba en vehículos de dos ruedas (moto, scooter o ciclomotor) y un 30 por ciento eran peatones.

Por regiones, las que mayor cantidad de lesionados con secuelas sufren cada año son Andalucía y Cataluña. Estas destacan porque en los periodos vacacionales reciben fuertes aportaciones de población. Además, al ser territorios extensos los desplazamientos interurbanos son muy frecuentes.

En el extremo opuesto se encuentran la Comunidad de Madrid y País Vasco. Estas regiones son las que presentan los índices relativamente más bajos de siniestralidad grave. Ambas se benefician del hecho de que son zonas menos extensas y que, en su caso, los núcleos urbanos aglutinan una elevada proporción de población local. De este modo, los desplazamientos urbanos son más habituales en estas zonas y los siniestros tienen consecuencias menores que las acaecidas en accidentes de carretera.

Asun Infante

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