El Instituto Nacional de Estadística (INE) y eléctricas han consensuado el contenido de la información que las compañías tienen que enviar al organismo estadístico para incorporarlo al cálculo de la luz en el IPC.
Según han confirmado fuentes del organismo estadístico, dicha información deberá referirse a tarifas y no a ingresos.
En la reunión que han mantenido este miércoles se ha acordado que el INE enviará por escrito a cada compañía la solicitud de la información consensuada, y las eléctricas se han comprometido a enviarla, tras ver factible obtener los datos.
El INE ha mantenido varias reuniones desde los últimos meses del año pasado con las eléctricas con el objetivo de conseguir una correcta medición de la evolución de los precios del mercado eléctrico. La clave para ello es disponer de información relativa a los precios, algo a lo que hasta ahora no había sido posible acceder.
Uno de los cambios previstos inicialmente para su introducción en enero de 2022 era la ampliación de la cobertura de la medición de los precios de la electricidad. Para ello, el INE y las empresas del sector han venido trabajando para incorporar el mercado libre en el cálculo del IPC.
Sin embargo, según apunta el organismo, la información suministrada en estos últimos tiempos al INE no tenía el suficiente detalle para hacerlo con las garantías de «calidad necesarias».
EN ENERO DE 2022 SE INCORPORARON LOS ÚLTIMOS CAMBIOS
El organismo estadístico viene defendiendo que el IPC es un indicador basado en una metodología «clara y precisa», desarrollada por el INE y respaldada por el Consejo Superior de Estadística, en el ámbito del Sistema Estadístico Español, y que cumple, como el resto de estadísticas que produce el INE, con el Código de Buenas Prácticas de las Estadísticas Europeas.
Asimismo, señala que todos los elementos que componen su metodología siguen las normas internacionales y han sido respaldados por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), lo que permite que este indicador se adapte a los reglamentos de la Unión Europea.
Con el fin de adaptar el IPC a los cambios que se van produciendo en las pautas de consumo de los hogares, su metodología se mantiene permanentemente actualizada mediante revisiones anuales y, en cambios de mayor calado, mediante modificaciones cada cinco años.
Precisamente, en enero de 2022 se incorporaron al IPC los últimos cambios procedentes de la revisión que se realiza cada cinco años. Entre ellos, se ha actualizado la cesta de la compra utilizada como muestra para el seguimiento de los precios y su estructura de ponderaciones, así como diferentes tratamientos de precios.
A estos cambios hay que añadir el esfuerzo que el INE continua realizando para incorporar progresivamente información procedente de las bases de datos de las empresas, que sustituye a la recogida tradicional mediante visita a los establecimientos.