Según este barómetro, que recoge las respuestas de 333 empresas familiares españolas y de más de 1.576 empresas familiares europeas de 23 países, el 64% de los empresarios familiares aseguró haber ampliado la plantilla en el último año, mejorando el dato de 2017, cuando fue del 59%, y superior también a la media europea, que se sitúa en el 53%.

En la misma línea, el 79,6% de las empresas familiares españolas asegura tener “confianza” o “mucha confianza” en la situación de su empresa familiar para el próximo año, frente al 73% de sus homólogas europeas.

En materia de negocio, el 74% de los encuestados españoles afirmó haber incrementado su facturación en los últimos 12 meses, cifra cuatro puntos superior a la reportada hace un año y más elevada que el 64% de la media europea.

En este punto España es el país que muestra los mejores resultados en términos de facturación, seguido de Italia y Francia, ambas con un 72%.

Sin embargo, señala el barómetro, pese a este panorama positivo, también hay incertidumbres que planean sobre las empresas familiares, como son el mantenimiento de la rentabilidad, seleccionado por el 42% de los encuestados, o la dificultad para encontrar los perfiles adecuados para sus ofertas de empleo, lo que supone una preocupación para el 38% de los empresarios familiares encuestados. La incertidumbre política también figura entre las tres preocupaciones más relevantes, al ser mencionada por el 35% de los encuestados.

Por otra parte, en paralelo a la recuperación de la economía española, ha descendido el fomento de la búsqueda de mercados exteriores, por lo que el 64% de los directivos familiares encuestados afirma haber incrementado su actividad en el exterior en el último año, frente al 70% del año anterior. Al mismo tiempo, el porcentaje que asegura haber mantenido su actividad internacional estable se incrementó desde el 26% de 2017 hasta el 32% de este ejercicio.

Dentro de las prioridades, tras la mejora de la rentabilidad (54%) y el aumento de la facturación (36%), la innovación ocupa el tercer lugar, al ser seleccionada por el 32% de las compañías familiares, objetivo que se refleja en sus planes estratégicos, ya que el 86% de los encuestados contempla invertir en planes de innovación y nuevas tecnologías.

Para el responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, Ramón Pueyo, el barómetro refleja la “complejidad” del momento actual, en el que “la empresa familiar española tiene que responder a una doble misión, mejorar su facturación y su rentabilidad a corto plazo e impulsar la innovación con agilidad para competir en un mercado digital y tecnológico”.

Al respecto, Pueyo destacó que las empresas familiares “van a tener que luchar por incorporar cada vez más talento digital y seguir trabajando en sus modelos de gestión y gobernanza”, por lo que “sus valores y su vocación de estabilidad serán su mejor atractivo para los nuevos profesionales”.