Según un estudio de Ofita, prácticamente ya pasamos el 60% de nuestra jornada laboral reunidos o colaborando con otros y
El otro 40% de los puestos operativos están vacíos a cualquier hora del día, debido al trabajo remoto, la flexibilidad laboral y el auge del trabajo colaborativo. Por lo tanto, las empresas están malgastando un 40% de costes inmobiliarios que no necesitamos, mientras que los espacios de reunión/colaboración están saturados.
Las reuniones que mantenemos con más frecuencia son las que implican a pocas personas y a las que se les dedica poco tiempo. El 61% de las reuniones son programadas, y tienen una duración media de 23 minutos; y el 39% son imprevistas con una duración de 18 minutos.
En las oficinas actuales el número de despachos disminuye y estas zonas comunes y multifuncionales son los espacios que más se están demandando y su protagonismo va en aumento. Representan el 65% del espacio de trabajo. A finales del siglo XX, los despachos ocupaban el 30% del espacio de la oficina; a comienzos del siglo actual, sólo el 15% y en la Oficina 3.0 prácticamente desaparecen.
Por otro lado, además de la desaparición del despacho, estamos asistiendo a la eliminación de la propiedad del puesto de trabajo, ya que cada profesional puede ocupar el puesto que escoja, según sus necesidades puntuales. El ratio 1 trabajador = 1 puesto de trabajo asignado ha quedado obsoleto y da paso a ratios más eficientes. La oficina se planifica hoy en función de la presencia real de los empleados.
No sólo incrementa el número de metros cuadrados compartidos en la oficina sino que además su diseño también se está transformando con la irrupción de nuevas tipologías de entornos y elementos hasta hace poco inusuales en la oficina: espacios informales, zonas de relax…