Cepes pide al nuevo Gobierno la capitalización del paro en la transformación de sociedades
Lejos del altruismo y del concepto de economía colaborativa la Economía Social se han convertido en un modelo sostenible y rentable. Prueba de ello es que desde que se inició la crisis y hasta finales del año pasado las empresas sociales han perdido 6,5 puntos menos de empleos que las sociedades mercantiles, esto en números redondos se traduce en, nada más y nada menos, que un millón de puestos de trabajo.
Y aún hay más. Prueba de la sostenibilidad de este modelo es que entre 2008 y 2014 se crearon más de 29.000 nuevas entidades, generándose en torno a 190.000 puestos de trabajo, dentro de este particular espectro económico.
Cifra que hubiera sido mucho mayor si los empleados de muchas de las compañías, especialmente pequeñas, que se han visto abocadas al cierre hubieran podido capitalizar su paro con el objetivo transformar su fórmula jurídica. Es decir, pasar de ser una SL o SA a convertirse, por ejemplo, en sociedad cooperativa. De hecho y como dato a tener en cuenta, durante el periodo de crisis, en España se han producido más del 50 por ciento de las reconversiones de Europa.
Así lo explicaba esta mañana el presidente de Cepes (Confederación Española de Empresas de la Economía Social), Juan Antonio Pedreño, quien ha destacado que la Economía Social “es vertebradora de una nueva forma económica que además crea empleo estable y de calidad”. Y es que las contrataciones indefinidas son característica común en más del 80 por ciento de las empresas sociales, y casi el 82 por ciento se realizan, además, a tiempo completo.
Ministerio de Economía Social
Los anteriores datos se completan además con el carácter de integración y cohesión de este tipo de sociedades. En este sentido las estadísticas que maneja Cepes reflejan que un 47 por ciento de los puestos de trabajo se corresponden con personas de menos de 40 años, y el 12,5 por ciento con mayores de 55 años. Además es uno de los segmentos en los que se cumple con la paridad, ya que el 50 por ciento de los empleos tienen nombre de mujer.
Por otra parte, las entidades que integran al economía social cuentan con mayor capacidad para crecer y son más sostenibles en el tiempo. Tal y como se desprende de los datos de la Confederación, en los últimos 7 años, las empresas sociales de más de 250 trabajadores han crecido 10 puntos, pasando del 22 al 32 por ciento. A ello se añade el aumento de 12 puntos, hasta el 32 por ciento, de aquellas que tienen más de 5 años de antigüedad.
Datos que amparan las demandas de Cepes, entre ellas la de crear un Ministerio de Economía Social, en la línea del Ministerio Delegado de la Economía Social, Solidaria y de Consumo francés, que lidera Benoît Hamon. «La economía social es una prioridad para todos los partidos políticos», explicaba Pedreño. Prioridad que sin embargo, hoy por hoy no va más allá de lo que alcanza el diálogo institucional, «no estamos representados ni por unos ni por otros», se lamentaba el presidente de Cepes.
Cinco propuestas para el futuro
A pesar de que las empresas de la Economía Social representan el 10 por ciento del PIB español y el 12,5 por ciento del empleo y, además, el 42,8 por ciento de los ciudadanos están vinculados de algún u otro modo a este modelo. Con el objetivo de dar continuidad a un modelo en el que «las personas son dueñas de su futuro y todo se vertebra en torno a un modelo de empresa democrático», Cepes hacía públicas esta mañana sus propuestas de cara a las elecciones generales para hacer «potente, fuerte y con voz» la Economía Social.
La primera de ellas pasa por abrir el diálogo social. «Donde se construyan políticas públicas ahí debe estar la economía social», afirmaba Pedreño. Punto en el que se solicita a los distintos grupos avanzar hacia un «pacto por el empleo, que contemple la diversidad y el pluralismo de todas las formas de empresa que actúan en el mercado». Asimismo se pide a los partidos que, desde la garantía del «respeto del principio a la libertad de actuación empresarial» se comprometan a eliminar las trabas que impiden el desarrollo de las entidades de la Economía Social. Cepes, tampoco se ha olvidado de que se impulse la presencia de estas entidades en la contratación pública ni del desarrollo de una Ley de Pagos que «asegure el cobro del producto o servicio vendido» así como que «esta medida sea extensible a las operaciones con la Administración.
En materia fiscal se pedirá al nuevo Gobierno que las mismas rebajas que se han aplicado a las sociedades mercantiles se trasladen a las empresas de la Economía Social «el impuesto de sociedades ha disminuido mientras que los tipos de las cooperativas no se han tocado. Se ha perdido el gap fiscal que existía antes de la reforma y por tanto el atractivo».
Paz y amor sin compromiso
En relación a la respuesta de los distintos partidos políticos, Pedreño ha hablado más que claro «no hay compromiso, sí paz y amor». Y es que si bien se han mantenido reuniones con Podemos y PSOE, todavía están pendientes las del Partido Popular y Ciudadanos, formación esta última con la que «no ha sido posible mantener ningún tipo de contacto», puntualizaba Pedreño.
Mientras que Podemos se ha comprometido a recoger el 100 por cien de las propuestas de Cepes en un modelo «más laxo» que se confunde con la economía colaborativa, el PSOE se muestra favorable a incorporar «casi todas», dejando in albis la relativa a Ley de Pagos. Por su parte respecto al Partido Popular, Pedreño ha explicado que «siempre ha demostrado su apoyo a la Economía Social y ha apostado por las iniciativas que Cepes ha presentado en esta materia».