La actividad de las fábricas de la zona euro se mantuvo en territorio de expansión en el mes de septiembre, aunque se observaron «desaceleraciones notables» en la producción y los nuevos pedidos, según se desprende del Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés), elaborado por IHS Markit, que se ha situado en los 58,7 puntos en el noveno mes del año, desde los 61,4 de agosto.
«Aunque la producción manufacturera de la zona euro se expandió a un ritmo robusto en septiembre, el crecimiento se ha debilitado notablemente a medida que los productores informan de un creciente problema debido a las dificultades en las cadenas de suministro», ha explicado el economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson.
La consultora ha explicado que las fábricas registraron «fuertes» expansiones en los nuevos pedidos y la producción, pero que estas fueron las más débiles registradas en los últimos ocho meses. Estas desaceleraciones se deben a una falta de oferta y a un debilitamiento de las condiciones de la demanda.
Con respecto a los insumos, IHS Markit explica que las fábricas han informado de que los plazos de entrega de proveedores se siguieron alargando. Además, huno una escasez «generalizada» de componentes electrónicos y otras materias primas. Algunas empresas aseguraron que existía «escasa disponibilidad» de contenedores (para envíos marítimos) y del impacto en sus operaciones de los problemas logísticas de algunas partes de Asia.
Ante esta situación de escasez, las presiones inflacionistas se mantuvieron «severas» en septiembre. El incremento de los precios fue el más débil en los últimos cinco meses, pero aún siguió estando por encima de cualquier otra registrada en el resto de la serie histórica, que abarca 24 años.
«El crecimiento del empleo en las fábricas también se ha desacelerado en parte debido a las menores necesidades de mano de obra en medio de la escasez generalizada de componentes», ha apostillado Williamson.
Por países, Francia y Alemania registraron su peor dato en producción manufacturera en los últimos ocho meses, mientras que Italia y Países Bajos registraron su peor lectura en los últimos siete meses. En el caso de España, el índice de septiembre fue el menor observado en cinco meses.